Las crecientes súbitas en los ríos de Aracataca y corregimientos como Sampués, además de otras veredas de esa población, claman por ayudas y la intervención especial del Gobierno Nacional para que les den una solución al problema que por tanto tiempo les ha ocasionado un dolor de cabeza.
Debido a las intensas lluvias que han caído en la zona norte de Colombia, más de 3.000 familias de estas regiones están damnificadas y aseguran que durante la emergencia lo han perdido todo y no tienen con qué comer.
Insisten en que las autoridades no les han brindado apoyo y exigen que lleguen a la población que no solo les entreguen ayudas humanitarias, sino que también les entreguen medicinas para quienes están padeciendo de enfermedades por el estancamiento de las aguas lluvias en sus viviendas.