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En este segundo reportaje especial sobre la minería ilegal en los Farallones de Cali y el operativo que puso fin a estas actividades ilícitas, contamos el recorrido hasta llegar a una de las minas más antiguas, conocida como “mina madre”.
Noticias Cali.
La minería ilegal en los Farallones de Cali ha sido un problema ambiental durante décadas. En el año 2024, la Policía y el Ejército han recuperado el control del territorio para proteger su biodiversidad.
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Con el objetivo de erradicar la minería ilegal y proteger el ecosistema de la región, un equipo de autoridades, militares y expertos emprendieron una difícil expedición a las Montañas Farallones de Cali.
Nuestro periodista Juan Cuesta acompañó el viaje, cuyo objetivo era llegar a lo más alto de estas montañas, donde se encuentra la mina madre de la minería ilegal de oro, conocida como «El Paísa», que operó clandestinamente durante más de 60 años. .
El camino a los Farallones de Cali
La ruta comenzó en Peñasblancas, ruta hoy popular entre los deportistas y que alguna vez fue un corredor estratégico para transportar a los 12 diputados del Valle, escondidos en la selva durante tiempos de conflicto.
A medida que avanzaban por el terreno montañoso, el equipo enfrentó los desafíos del terreno, con senderos que requerían acceso en mulas y rutas que, en las cinco horas previstas, terminaron siendo ocho.
Camino Madre
Durante el recorrido se hizo evidente el impacto de la minería ilegal, con ríos y arroyos contaminados por mercurio, una de las sustancias más peligrosas utilizadas en el proceso de extracción del oro.
La minería ilegal no sólo ha alterado el ecosistema local sino que también ha causado daños irreparables a la flora y fauna de la región. Las bocas de las minas, de donde se extraía oro clandestinamente, son testigos de un proceso destructivo que va mucho más allá de la simple minería.
El uso de mercurio en la minería, como explicaron algunos de los expertos acompañantes, es especialmente perjudicial. Este metal pesado, utilizado para separar el oro de las rocas, termina contaminando tanto el suelo como los cuerpos de agua, afectando toda la cadena alimentaria y llegando a los habitantes de la región.
Las autoridades de Parques Nacionales dijeron que una de las cabezas minadas en el área conocida como «Paisa» era una de las más dañinas para el medio ambiente, donde operaban siete cabezas minas.
“El impacto ambiental se debe principalmente al uso de mercurio en el procesamiento de rocas. Cuando se extraen los materiales de la mina, se lavan y se recuperan rápidamente con mercurio, y todo el mercurio queda en el suelo y luego se arrastra por el lecho del río», dijeron las autoridades durante el operativo.
Además de las explosiones, los esfuerzos también se han centrado en fortalecer la seguridad en la zona, ya que la ubicación remota y de difícil acceso de los Farallones presenta enormes desafíos para las autoridades.
¿Cómo podemos evitar que se repita la historia de la minería ilegal?
En este sentido, el trabajo conjunto del Ayuntamiento, la Gobernación, el Gobierno nacional y las Fuerzas Armadas es crucial para garantizar que las minas ilegales no se reactiven. Según el subsecretario de Seguridad de Cali, Álvaro Pretelt, uno de los elementos más importantes de esta lucha es la judicialización, con investigaciones en curso encaminadas a capturar a los responsables de la minería ilegal y el lavado de dinero, incluida la comercialización de oro y mercurio.
Preservación de ecosistemas
Finalmente, el cierre de las minas de Farallones marca el fin de una era de explotación ilegal y el inicio de una nueva etapa, en la que las autoridades apuestan por restaurar el ecosistema y proteger la biodiversidad de esta zona, considerada como un paraíso natural.
Con el cierre de las minas y el compromiso de las autoridades, se espera que esta región tan rica en biodiversidad recupere su equilibrio natural y se convierta en un ejemplo de conservación ambiental y lucha contra la minería ilegal en Colombia.