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Los precios de los insumos aumentaron cerca del 50%, según los comerciantes de flores.
Alba Luz Urbina Ramírez lleva 55 años trabajando como vendedora de flores frente al Cementerio Central, en la capital nortesantandereana. Llega a las 7:30 de la mañana y trabaja hasta las 5:00 de la tarde y ha visto pasar decenas de cortejos fúnebres hacia el campo santo, dolientes sin consuelo y tragedias inimaginables como la que dejó el paso de la pandemia.
Durante casi dos años los vendedores de flores que tienen sus puestos en el Parque de La Vida del barrio El Contento no pudieron laborar y llevar el sustento a su casa. Las restricciones de movilidad y otras medidas de las autoridades representaron una notoria disminución en las ventas.
Para ellos la esperanza ha vuelto a florecer con la llegadas de la Semana Santa, sin restricciones en la movilidad y con la afluencia de visitantes al cementerio, esperan que sus ventas mejoren en esta temporada, sin embargo continúan preocupados por el aumento de precio en los insumos que se presentó en el proceso de reactivación según manifiestan los floristas..
Otra de las personas que se ganan la vida en este oficio es Nancy Díaz, quien lleva seis años allí, y afirmó que anteriormente adquirían las flores a precios más bajos, pero al retomar sus labores encontraron los mismos con un aumento del 50%.
“Anteriormente se vendía un ramito a 1.000 pesos, tres por 2.000; ahora se vende a 2.000, tres ramitos por 5.000 pesos. No es porque queramos, sino porque subió todo. Los claveles vienen de Bogotá y la variedad de otras flores viene de Medellín”, añadió.
Con 33 años en esta actividad comercial, Élery Bautista Pérez precisó que esta es una oportunidad para que crezcan sus ventas y puedan mejorar sus ingresos pues afirma que muchas familias perdieron a sus seres queridos buscan la oportunidad de rendirle homenaje llevando flores a sus tumbas.
Leonardo Favio Oliveros Medina