Uno de los desafíos que ha traído consigo el avance y crecimiento del mercado digital es la seguridad de las personas que confían su información personal en este universo y son perseguidas por los delincuentes con el fin de estafarlos, robar su identidad o quedarse con el dinero que puedan tener en sus sucursales virtuales.
Esto se evidencia en el Informe sobre el Estado de Fraude Omnicanal de TransUnion, donde quedó al descubierto un alarmante aumento en los casos de phishing en 2024. Esta es una técnica utilizada por estafadores para engañar a las víctimas y obtener sus contraseñas, números de tarjetas de crédito y datos bancarios y que, según los datos, ha proliferado de manera preocupante.
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Entre tanto, Óscar Bernal Quintero, vicepresidente de Tecnología y Operaciones del Banco de Bogotá, agrega que, según datos de la Superintendencia Financiera, en 2023 se registraron más de 28.000 millones de ataques cibernéticos, muchos de los cuales están vinculados al phishing, lo que posiciona a Colombia como el cuarto país más afectado por esta modalidad en América Latina.
“Este crecimiento en el fraude se debe a que las víctimas, a través de engaños y manipulación, entregan información sensible, comprometiendo su seguridad financiera. Los estafadores crean identidades falsas pero convincentes, permitiéndoles operar con rapidez y un alcance sin precedentes, lo que representa un desafío tanto para las entidades como para los usuarios”, explicó.
Si bien los bancos y otras instituciones, conscientes del reto, refuerzan continuamente sus estrategias de seguridad para garantizar la protección de los clientes, es necesario que las personas aprendan a identificar estas trampas y sean el primer filtro contra la criminalidad en el ecosistema digital.
Por medio de los portales web, mensajes de texto, línea de atención telefónica, aplicación móvil y campañas educativas, constantemente se comparte consejos prácticos para que los clientes protejan sus datos y eviten caer en engaños.
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“La ingeniería social implica la manipulación psicológica de las víctimas para obtener información personal. Las tácticas incluyen phishing (correos electrónicos falsos), vishing (llamadas fraudulentas) y pretexting (escenarios engañosos). Los delincuentes aprovechan la urgencia, la confianza y el desconocimiento de las personas sobre los peligros de compartir información confidencial”, dijo Óscar Bernal.
Cuatro consejos
En este sentido, los expertos del Banco de Bogotá entregaron cuatro consejos con los cuales se puede comenzar para proteger los datos, comenzando por nunca compartir datos sensibles (como contraseñas, números de tarjetas o códigos de autorización) a través de llamadas, correos o mensajes de texto; ya que ninguna entidad bancaria hará este tipo de solicitudes. En caso de duda es mejor contactar siempre al banco a través de canales oficiales o líneas de atención al cliente.
“Antes de responder a llamadas o mensajes sospechosos, verifica la autenticidad de la solicitud contactando al banco directamente. No abras ni descargues archivos adjuntos de correos no esperados o de remitentes desconocidos. Asegúrate de que las URL bancarias comiencen con «https://» y pertenezcan al dominio correcto”, agregó el experto del Banco de Bogotá.
En tercer lugar, hay que tener en cuenta que los estafadores intentarán generar pánico o atraer con ofertas irreales, por lo que en caso de notificaciones urgentes o anuncios de premios increíbles, lo mejor es ponerse en contacto directamente con el banco, sin seguir los enlaces proporcionados.
“Por último, si detectas actividades sospechosas o crees haber sido víctima de fraude, comunícate de inmediato con el banco para reportar el incidente y proteger tu cuenta. La seguridad es un elemento esencial de la experiencia del cliente y una prioridad en nuestra estrategia. La mayoría de los fraudes ocurren cuando los usuarios comparten sus datos con estafadores, quienes han perfeccionado sus métodos delictivos”, concluyó.
Estas recomendaciones son vitales para evitar que la información personal y los ahorros se pongan en riesgo. No se debe olvidar que los delincuentes son cada vez más creativos y que ante cualquier anomalía, lo mejor es siempre sospechar y confirmar.