“El gas natural es la puerta de entrada de los hogares pobres a la transición energética”. De esta manera el economista y socio de Inclusión SAS, Roberto Angulo, resume la importancia de este energético en el anhelado y necesario proceso de transición. Conclusión que toma sentido en un país en el que según el Banco Mundial, el 70% de la población es pobre o vulnerable -es decir con alta probabilidad de caer en la pobreza-. Combatir la precariedad energética no puede ser otra cosa que un propósito nacional.
(Vea: Tubería flexible: qué es y cómo podría respaldar el suministro de gas).
Necesitamos urgentemente reconocer que el tema de energía compone la estrategia transversal de lucha contra la pobreza, una política que trasciende el ámbito del Ministerio de Minas y Energía y que toca aspectos clave como la paz, vivienda, movilidad, conectividad, seguridad alimentaria, formación para el trabajo. Apremia una estrategia integral que incluya a la energía.
En el Plan de Desarrollo quedó consignado que se financiarán los cargos de conexión interna y los proyectos de ampliación de cobertura en vivienda de interés social, estratos 1 y 2 y zonas rurales. Igualmente se garantizaron los subsidios hasta 2027, algo fundamental si se considera que un 67% de los hogares cocinan con gas natural, y ello representa un ahorro para las familias.
(Vea: ‘El decaimiento de reservas nos pone en estado de alerta’).
Gas natural.
Naturgás
Pero pese a todos los beneficios sociales y ambientales que proporciona el gas natural a 36 millones de colombianos que usan este energético en sus hogares, comercios, transporte e industria, pareciera no ser suficiente para expandir la actividad exploratoria que además nos permita materializar una oportunidad histórica de desarrollar el potencial de reservas de gas natural de Colombia y mantener autosuficiencia y soberanía energética.
El 100% del gas que hoy consumen hogares, comercios, vehículos e industrias y la mayoría de las plantas térmicas en el país es 100% colombiano. ¿Por qué perder ese privilegio?
El Congreso Naturgás 2023 tuvo como doloroso preámbulo la afectación en el suministro de gas natural que produjo un racionamiento en el suroccidente por culpa de un fenómeno natural. Afortunadamente y antes de lo previsto se pudo reanudar el suministro de gas. Pero ¿qué pasaría si no es una sola región, ni unos pocos días? Solo valoramos lo que tenemos cuando lo perdemos.
(Vea: ‘Top’ de los países que más producen gas natural a nivel mundial).
En el Congreso tuvimos la oportunidad de conocer el actual estado de las reservas de gas para nuestro país: las reservas probadas disminuyeron un 11% en el año 2022. Contamos con gas natural para 7,2 años.
Preocupan estas cifras. Es necesario establecer un plan para garantizarle este energético a los colombianos a largo plazo. El aprovechamiento del gas natural le permitirá al país acabar con la privación energética a millones de colombianos, mantener la autosuficiencia y soberanía energética, así como materializar la transición justa. Bien lo ha dicho Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía: “Se requiere una transición tranquila y eficiente, a riesgo de enfrentar una transición caótica”.
Urge sacar al gas natural de cuidados intensivos: hay que determinar acciones en todos los frentes, desarrollar los recientes hallazgos y expandir la actividad exploratoria a todas las áreas habilitadas para ello. En el corto plazo se pueden incorporar moléculas descubiertas en áreas continentales y en el mediano plazo anticipar el desarrollo costa afuera para disponer de ese gas antes de finalizada esta década. Para ello se requiere articulación institucional, un adecuado relacionamiento con comunidades y señales de política pública que atraigan y estimulen la inversión en exploración y producción de gas natural.
LUZ STELLA MURGAS
Presidenta de Naturgas
