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Este miércoles el excomandante del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, volvió a comparecer ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). En esta oportunidad, tras dos diligencias fallidas, el narcotraficante rindió su testimonio en el subcaso que hace referencia a las ejecuciones extrajudiciales en el departamento Casanare.
Con la reserva del caso y por tres horas alias ‘Otoniel’ habló con los magistrados de la Sala de Reconocimiento de Verdad, las víctimas y la Procuraduría sobre los falsos positivos en el Casanare. Los magistrados usaron audífonos y computadores como si fuera una diligencia virtual para garantizar la reserva del testimonio del exjefe del Clan del Golfo. La audiencia que inició a las 10 de la mañana y duró dos horas y media, contó con las garantías establecidas hace algunas semanas por la JEP, donde la Policía se comprometía a resguardar la información que ‘Otoniel’ expusiese.
Otoniel fue citado después que manifestara tener conocimiento sobre las actividades ilegales que se adelantaron en dicho departamento cuando fue parte de las paramilitares. Cabe recordar que el exjefe del Clan del Golfo fue parte del Bloque Centauros de las AUC durante más de cuatro años, por lo que sus declaraciones ayudarían a esclarecer la muerte de miles de campesinos que fueron asesinados entre los años 2005 y 2008.
En su declaración bajo juramento aseguró que el general (r) del Ejército Leonardo Barrero tenía vínculos estrechos con los paramilitares. Una fuente cercana que estuvo en la diligencia judicial reveló que el exjefe del Clan del Golfo indicó que el oficial, quien fue comandante de las Fuerzas Militares (2013-2014), era prácticamente de la nómina del Bloque Centauros de las AUC.
Los comandantes paramilitares en dicha región del país –indicó la fuente citando lo dicho por Otoniel– encontraron un aliado en el general Barrero en el marco de la lucha territorial que se tenían con grupos subversivos y de delincuencia común en dicho departamento. El oficial, incluso, habría recibido un pago cercano a los 500 millones de pesos por su colaboración. Los paramilitares, además, habrían colaborado en operativos militares.
El general Barrero ha sonado recientemente luego que su nombre apareciera en la imputación de cargos que se adelantó en contra de varios oficiales y suboficiales del Ejército señalados por la Fiscalía General de tener nexos con el narcotraficante y jefe de la banda criminal La Cordillera Sur, Juan Larrison Castro Estupiñán, alias Matamba, quien se fugó el pasado viernes de la cárcel La Picota de Bogotá.
El oficial, quien sería conocido dentro de la organización criminal con el sobrenombre de ‘El Padrino’, habría recibido millonarias comisiones de Matamba para entregarle información privilegiada de inteligencia sobre los operativos que se adelantaban en el departamento del Nariño. Igualmente, habría dado instrucciones directas para realizar traslados de agentes de inteligencia que estaban detrás del narcotraficante.
Por estos hechos, la Procuraduría General anunció la apertura de una investigación preliminar con el fin de verificar si efectivamente el general Barrero es el mismo ‘Padrino’ y si tuvo nexos con la banda criminal que tenía una relación con el Clan del Golfo.
En enero de 2021, el general Barrero rindió declaración ante la JEP en el expediente 03 ‘Asesinatos y desapariciones forzadas presentados como bajas en combate por agentes del Estado’.
En su extensa declaración, Otoniel señaló además al exdirector del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), Orlando Rivas, de tener vínculos con el Bloque Centauros de las AUC. Igualmente, mencionó a cerca de seis agentes de dicho organismo, quienes incluso los trasladaban en las camionetas oficiales.
Úsuga dijo durante la declaración que, “casi todo el DAS en Casanare estaba en la nómina de las Autodefensas” y que incluso había un grupo de “seis muchachos del DAS” entre ellos dos apodados ‘El costeño’ y ‘El Paisa’, con quienes tenían vinculación directa. También indicó que uno de los hombres de la organización paramilitar conocido con el alias de “El Llanero” manejaba contratación con personal de la gobernación del departamento.
Frente al tema central de la audiencia, Otoniel no dio nombres ni datos relevantes sobre las ejecuciones extrajudiciales que se presentaron en el departamento. Esto pese a que en una carta enviada a la JEP había señalado tener información sobre la forma en cómo se adelantaron los denominados falsos positivos entre 2008 y 2010 y la relación de varios generales del Ejército.
El próximo jueves, 24 de marzo, Otoniel tiene otra diligencia pendiente en la JEP relacionada con las ejecuciones extrajudiciales en el Meta y el municipio de Dabeiba (Antioquia).
