Durante el debate de control político al Acueducto de Villavicencio (EAAV), el gerente David Riaño, tomó agua que traía directa del grifo e invitó a los concejales contradictores a que bebieran agua, al igual que él, mientras daba garantías sobre su potabilización.
Esta acción se sumó a un llamado de unión ciudadana, donde expresó la importancia del trabajo mancomunado para defender a la empresa de acueducto de la privatización.
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Según dio a entender el gerente, hay privados que quieren quedarse con el control de la EAAV y sacarle provecho de cara a las elecciones de octubre próximo.
A propósito, Riaño relacionó al concejal de oposición, Hanner Sabogal, con la privatización del acueducto comunitario de Porfía que, según dijo, está hoy en manos de la familia Carranza.
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Finalmente, el concejal Sabogal no se animó a tomar el agua de la llave. En cambio, su homólogo, el concejal Ómar Amado López, sí cumplió el reto.