Con miras a convencer al Congreso de que es posible conseguir los $12 billones que le hacen falta para completar los gastos que tiene proyectados el otro año por $523 billones, el Gobierno Nacional finalmente radicó el proyecto de ley de financiamiento, que propone al menos seis nuevos impuestos en el esquema tributario actual, además de acabar con el Régimen Simple de Tributación.
Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, fue la persona encargada de presentar esta iniciativa, en el Legislativo y explicó que tiene tres grandes frentes a trabajar, partiendo de estímulos a la reactivación económica, la identificación de fuentes de ingresos tributarios y el ajuste de la regla fiscal. Todos estos puntos, sostuvo, entrarán a ser revisados con detenimiento en Senado y Cámara de Representantes, para justificar su viabilidad y necesidad.
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“Los estímulos a la reactivación económica. El más importante es la reducción progresiva de la tasa nominal del Impuesto a la Renta Corporativa, que baja de 35%, ponderado para grandes, medianas y pequeñas. Las pequeñas llegan hasta 27%. Ahí va en un periodo de cinco años. Entre tanto, para toda la actividad productiva, excepto petróleo y carbón, quedan con las mismas tasas que tienen y hay otros estímulos están dirigidos al financiamiento y apoyo a las energías renovables”, indicó Bonilla González.
Frente a las fuentes de financiamiento y proyecciones de recaudo, el proyecto establece que sus planteamientos, en el neto, otorgan fuentes adicionales para 2025 alrededor de $12 billones de pesos, equivalentes a 0,7% del PIB, enfocándose principalmente en medidas diseñadas para reducir las presiones fiscales de la Nación, incluyendo el impuesto al carbono y el IVA a juegos de azar operados exclusivamente por internet.
Bajo recaudo
Si bien la ley de financiamiento dará un respiro de más de $10 billones a las arcas del Estado, el dinero que se generará por cuenta de los cambios tributarios es apenas el 45% de este monto, siendo el impuesto a juegos de suerte y azar en línea el que más efectivo, ya que entraría más de $14 billones por este concepto en los próximos seis años.
Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda.
Ahora bien, en lo que concierne a los impuestos que sumarán recursos a la Nación están las modificaciones al Impuesto de Renta a Personas Naturales que generarán $900.000 millones en 2025, al Impuesto al Patrimonio que aportará $875.000 millones, así como el ya mencionado de los juegos de azar, que el otro año aportará $2,07 billones.
En estas modificaciones también están la reducción de incentivos a vehículos eléctricos, que recaudaría apenas $37.000 millones en 2025 y $268.000 millones en total, durante los seis años que calculó el Ministerio de Hacienda en la justificación del proyecto de ley de financiamiento. Por último, aparece el impuesto al carbono, que tiene un recaudo proyectado de $1,3 billones y se ubica como el segundo más importante en las cuentas oficiales.
“El más importante, o los más importantes son, los juegos de suerte y azar en Colombia que pagarán IVA y ahora quedan al mismo nivel de las empresas que prestan servicio normal en esta industria, por lo que no es una nueva idea, simplemente todos van en la misma bolsa. El impuesto al carbono sube de $25.000 a $75.000 y la destinación específica se mantiene para el Ministerio de Ambiente en lo que le corresponde y lo demás va al presupuesto general”, agregó Ricardo Bonilla.
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Entre estos nuevos tributos hay un punto que llama la atención y es la efectividad en el recaudo que tendrá la eliminación de incentivos a los vehículos híbridos en el país, cuya comercialización viene en picada según los datos de la Andi para agosto y en los últimos cinco años no llega a las 100.000 unidades vendidas. Todo esto llevaría a pensar que tal vez sea mayor el impacto económico, que el beneficio fiscal por el recaudo.
No convence
En total son 88 páginas y 36 artículos los que componen este proyecto de ley, que al parecer no termina de convencer al Congreso, desde donde se sigue insistiendo en que el camino a seguir es reducir el presupuesto y debatir sin afanes y presiones, los cambios tributarios que necesitan en Casa de Nariño para asegurar la estabilidad fiscal y garantizar que la inversión social se pueda llevar a las regiones.
Pesos colombianos
Wilmer Castellanos, coordinador ponente del proyecto de Presupuesto en el Legislativo, indicó que tras escuchar al Gobierno Nacional, todavía quedan muchas dudas sin resolver en el aire, especialmente en renglones como la seguridad de los recursos que faltan y cómo se tapará el resto del hueco, ya que se dice oficialmente que es de $12 billones, pero las cuentas dan por lo menos el doble.
“Esperaremos que realmente se pueda acá discutir en las reuniones de coordinadores y ponentes que estamos teniendo y que se pueda revisar cuál puede ser el monto del Presupuesto que se acerque más a la realidad del país. No hay que pasar por alto que también estamos en una incertidumbre un poco con ese mayor recaudo en la Dian”, indicó.
De los $11,8 billones que el Ministerio de Hacienda dice que se generará con la ley de financiamiento, $5,2 billones son por los nuevos impuestos, mientras que $1,6 billones están ligados a mejoras en la operatividad tributaria y $5,3 billones a que se pueda adelantar el cumplimiento de la regla fiscal, tema en el que se ha insistido mucho durante los meses recientes en la Casa de Nariño.
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Con esto último, para Germán Machado, profesor de economía de la Universidad de los Andes, se debe tener en cuenta que anticipar la regla fiscal no genera ingresos a la Nación y que a futuro, la reforma tributaria que se quiere realizar, no tiene una efectividad demostrada como generador de recursos.
“La Ley de Financiamiento de $12 billones no financia el presupuesto 2025. Se recaudarían sólo $6 billones. Y parte de eso como gestión de la Dian. Anticipar la Regla Fiscal no genera ingresos. En el futuro, solo genera recaudo de $1 billón anual. No sirve en el tiempo”, dijo este analista.
Básicamente lo que busca el Gobierno Nacional, adelantando la regla fiscal, es aumentar sus márgenes de gasto el próximo año, puesto que se ganaría 0,3% del PIB de superávit en los comparativos de ingresos y gastos de la Nación. Esto, según lo que se ha argumentando desde Casa de Nariño, sería viable gracias al buen comportamiento fiscal que se ha mostrado los últimos años.
Dian
Adiós al Simple
Por último, en línea con lo que ya se había dicho, la Ley de Financiamiento propone acabar con el Régimen Simple de Tributación, argumentando que no ha cumplido con los objetivos para los que fue creado y que en lugar de fomentar la formalización empresarial, ha sido utilizado como un mecanismo para reducir el pago de impuestos de personas naturales y jurídicas que ya hacían parte de los regímenes ordinarios.
“Sería a partir del año gravable 2025, la transición de las personas naturales y jurídicas a los regímenes tradicionales, que se complementa con un esquema de tarifas marginales para el IRPJ, como se mencionó previamente. Lo anterior, en vista de las deficiencias señaladas y basándose en la evidencia recopilada durante los años de funcionamiento del RST, por lo que el Gobierno nacional propone alternativas para que las micro y pequeñas empresas accedan a beneficios sin abrir la puerta a la elusión tributaria”, concluyeron.
Una vez reveladas sus cartas, ahora la prioridad del Ministerio de Hacienda será impulsar esta propuesta a la par con el Presupuesto General de la Nación para el otro año, en medio de un ambiente que no le es favorable y en el que incluso ya se empezó a hablar de expedición de normas mediante decreto.
