Tras la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno Nacional y las Farc-EP, los grupos armados pos-Farc han duplicado su presencia en los municipios del país. Así mismo, la urbanización del conflicto, es decir, el fortalecimiento de los vínculos de las estructuras armadas de alcance nacional con bandas/combos locales han favorecido a los narcoparamilitares.
CATERIN MANCHOLA
Cuando el país habla de paz y de procesos de negociación con varios grupos armados, incluso, de cese al fuego, el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) revela cuál es el panorama que dejó el 2022 con relación a la presencia de grupos armados en Colombia, un insumo importante para que la sociedad conozca la situación del conflicto interno armado en el país, incluido el departamento del Huila.
El informe de Indepaz abarca desde el año 2008 hasta el 2022 y hace énfasis en este último, mostrando cómo ha venido evolucionando el fenómeno, en relación a esos nuevos municipios y departamentos que están quedando bajo la presencia y actuar de grupos al margen de la ley, o que comenzaron a utilizarse como asentamientos temporales.
Haciendo un comparativo entre los dos últimos años, la investigación revela que entre el 2021 y 2022 las actividades de grupos armados ilegales como narcoparamilitares, pos-Farc y Eln se mantuvo prácticamente igual en los departamentos, pero aumentó en los municipios.
Concretamente, las actividades de los narcoparamilitares continuaron en 27 departamentos, pero se explayaron a más municipios, subieron de 332 a 345. Así mismo, los pos-Farc siguieron en 20 departamentos, pero aumentaron de 141 a 161 municipios. Por el contrario, el Eln sí registró una baja en las actividades, se redujeron de 26 a 19 departamentos, y de 184 a 162 municipios.
De los anteriores, son los pos-Farc el grupo armado que más afecta al Huila, es decir, pequeñas organizaciones armadas sucesoras de las Farc-EP, que:
- a) su origen está “ligado a la negociación de paz adelantada entre las Farc-EP y el Gobierno -ya sea porque siendo parte de esta guerrilla se apartaron de la negociación y anunciaron de manera pública su continuidad en las armas, o porque no fueron incluidos por la guerrilla en sus listas de combatientes ni tuvieron alternativa de paz ofrecida por el Gobierno, o porque se retiraron de los procesos de implementación del Acuerdo de Paz-;
- b) su recomposición territorial se ha dado principalmente en torno a rentas;
- c) buscan recuperar el discurso y las banderas guerrilleras;
- d) no tienen intención de la confrontación con las fuerzas del Estado, de hecho, en algunos casos hay alianzas;
- e) en cada estructura el origen de sus combatientes es diverso, ya sea porque no estuvo en la negociación, no fue reconocido por la guerrilla, se separa de la implementación del Acuerdo o es un nuevo recluta”, explicó Indepaz.
Es así como se les clasificó en cuatro categorías: Bloque Suroriental, Comando Coordinador de Occidente, Segunda Marquetalia e independientes.
El Comando Coordinador de Occidente es el que más presencia tiene por número de municipios (79), pero por departamentos el de mayor impacto ha sido el Bloque Suroriental (15).
Y es que según resalta el documento, desde el inicio al seguimiento de la actividad de grupos pos-Farc en 2017, su presencia ha ido en escalada, duplicando el número de municipios afectados para 2022, se incrementó de 88 a 161; y el número de departamentos pasó de 15 a 20.
En Huila, durante el primer semestre del año pasado hubo afectación por actividades de grupos pos-Farc en Neiva, Algeciras, Íquira, La Plata, Nátaga y Paicol.
Indepaz además analizó otros grupos criminales incluidos dentro de las estructuras paramilitares. Y señala que durante el 2022 en el departamento del Huila sí tuvo incidencia el grupo paramilitar EPL-Pelusos, específicamente en Timaná.
Urbanización del conflicto
Entre las principales conclusiones que deja el informe a nivel país, es que ya se aprecia una “urbanización del conflicto. Si bien el rol (e interés) de las ciudades en el conflicto armado no es nuevo, en el escenario actual adquiere una mayor relevancia por el fortalecimiento de los vínculos de las estructuras armadas de alcance nacional con bandas/combos locales –tercerización- y por el regreso de paramilitares y narcotraficantes tras cumplir sus penas de extradición, quienes -en algunos casos- han buscado recuperar bienes dejados a testaferros y recomponer estructuras criminales”.
Por eso la entidad advierte que la centralidad en estos elementos no significa la desaparición del paramilitarismo.
Sobre el paramilitarismo, resalta que entre los años 2008 y 2021 los grupos narcoparamilitares han consolidado su actividad en 216 municipios y 41 parecen seguir hacia esta tendencia; además, 79 se encuentran dentro de los procesos de expansión, tránsitos permanentes o en disputa con otras fuerzas armadas, tanto legales como ilegales; otros 232 presentan presencia ocasional, dieciséis de los cuales fueron registrados por primera vez en 2021. Y durante el 2022 el grupo armado continúo ganando terreno.
Así mismo, los grupos pos-Farc continúan llegando a más municipios. Entre 2017 y 2021 dichos insurgentes han consolidado su actividad en zonas de 60 municipios; 36 se encuentran dentro de los procesos de expansión, tránsitos permanentes o en disputa con otras fuerzas armadas (legales e ilegales); 108 hacen presencia ocasional, veintiuno de los cuales fueron registrados por primera vez en 2021. Y durante el 2022, el número de municipios en el que hacían presencia era del doble de lo registrado en el año 2017.
Y de otro lado el Eln si ha experimentado un freno en su expansión.
De acuerdo con la investigación, entre los años 2017 y 2021 el Eln ha consolidado su actividad en zonas de 91 municipios; 73 se encuentran dentro de los procesos de expansión, tránsitos permanentes o en disputa con otras fuerzas armadas (legales e ilegales); 152 hacen presencia ocasional, treinta de los cuales fueron registrados por primera vez en 2021.
Aunque tuvo un avance importante en los años posteriores a la salida de las Farc-EP, el cual llegó a su máximo en 2020 cuando se registró actividad en 212 municipios, 53 más que en 2017, luego de este ascenso, por la acción de la Fuerza Pública y confrontaciones con otros armados ilegales, se presentaron repliegues y un freno a algunos de sus procesos de expansión, disminuyendo su capacidad de afectación territorial a 162 municipios durante el primer semestre de 2022.
La negociación
Cabe señalar que las estructuras armadas que han mostrado su disposición de diálogo son: a.) pos-Farc: Bloque Suroriental, Comando Coordinador de Occidente -CCO- y Segunda Marquetalia; b.) Narcoparamilitares: Autodefensas Gaitanistas de Colombia -AGC-, Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada -ACSN- , Los Pachelly, Los Caparros, Los Shotas, Los Espartanos, Los Costeños, Los Rastrojos Costeños y La Oficina; c.) Guerrilla: Ejército de Liberación Nacional -ELN-; y, d.) Otros: Movimiento Revolucionario del Pueblo -MRP-
Esos diálogos con miras a la ‘paz total’ se vienen gestando mediante lo dispuesto en la Ley 418 del 2022 de la Paz Total, impulsada por partidos afines al gobierno de Gustavo Petro.
Pero, partidos de oposición al Gobierno continúan su acérrima negativa a este proceso.
Así se ha fortalecido el Eln y los pos-Farc
El crecimiento de grupos pos-Farc s
