Una manta azul descolorida y llena de polvo, proveniente de las destapadas calles del barrio El Jazmín (Kennedy), cubría el cadáver de un reciclador que fue asesinado a bala en la tarde de este miércoles. Apenas se le veían los ‘crocs’ azules que llevaba puestos y una nube de moscas que se había trasladado de las basuras apiladas hacia el cuerpo inerte.
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La sorpresa de la comunidad no fue tanta; apenas se preguntaban quién sería la víctima en esta ocasión, pero aquella manta no dejaba ver su rostro, por lo que la intriga de la gente fue creciendo, al punto de esperar el momento en que criminalística inspeccionara el cadáver.
Lo que sí llenó de desconcierto a los residentes y trabajadores de aquella cuadra fue el descaro de los delincuentes. El crimen fue perpetrado a la 1 de la tarde de ayer, cuando la luz del sol dejaba al descubierto los pasos del sicario, quien fue visto por una muchedumbre cometiendo sus fechorías, y posteriormente huyó por entre un potrero que delimita este barrio del sur de la ciudad.
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La noticia de este asesinato se esparció y la gente se reunió en los límites del barrio, donde un potrero da inicio a los amplios caminos verdosos que conducen a Bosa. Subidos en las cumbres de pasto y asomados por las ventanas de sus casas observaron el espectáculo de muerte ocurrido en un distrito de reciclaje, ubicado sobre la calle 42 G Sur con carrera 99D.
Baleado entre escombros
Otro detalle que dejó sin aliento a las familias de este barrio, en su mayoría recicladores, fue el hecho de que el hombre fuese sorprendido a tiros cuando avanzaba en sus labores diarias, sin una explicación razonable para los presentes.
Fue como a la 1:15 de la tarde. Aunque algunos vecinos escucharon tiros, dicen que pudo haber sido con silenciador. Lo taparon con esa manta porque le pegaron como dos pepazos y quedó todo ensangrentado. Lo triste es que él llevaba, al parecer, toda la mañana separando los residuos para el reciclaje, cuando llegó el asesino a pie y lo encendió a bala. Ahí toda la gente empezó a salir. ¡Es terrible! Esas bandas se han agrupado entre los mototaxis y recicladores; seguro alguno dejó de cumplir con su parte y ahí es donde vienen a matarlos”, comentó una vecina observando el levantamiento del cadáver.
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El hombre asesinado no pudo ser identificado, como sucede en muchos de estos casos, pues los recicladores se han convertido en personas sin rostro que regularmente no cargan identificación. Lo que sí reconocen las autoridades es la dificultad por frenar las mafias que se han apoyado en los recicladores. Ante esto, la Policía desplegó gran actividad en el área.
La única cámara de vigilancia que habría captado el hecho no apuntaba al sitio donde le dieron bala al reciclador. Lo único que saben del homicida es que “huyó corriendo por todo el potrero, por ahí puede salir a Bosa o a Mosquera si se va bien allá”, contó otro vecino.
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Los esfuerzos por reducir los homicidios en esta zona de Kennedy continúan, tratando de evitar estas escenas tétricas que hasta son presenciadas por los niños.
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