Entre las diferentes estrategias que se vienen realizando en la región para la reactivación económica, hay una muy especial que consiste en el desarrollo de la agroecología alimentaria, por esto la Cárder viene apoyando la construcción de huertas urbanas en Risaralda. Esta estrategia de fomento a la soberanía alimentaria es movilizada por los participantes de la Red de Jóvenes de Ambiente y estudiantes del Colegio Nuestra Señora del Rosario.
Los Actores
Alexánder Manzano, funcionario del área de Educación Ambiental de la Cárder, manifestó que: “la Cárder viene desarrollando desde hace varios años una estrategia de participación y vinculación de diferentes actores sociales a través del apoyo de iniciativas ciudadanas, desde diferentes temas, uno de estos es el de la producción sostenible, el cambio de hábitos de consumo y las huertas comunitarias se convierten en una posibilidad para que desde la cotidianidad, la comunidad pueda cambiar patrones de comportamiento asociados al consumo y a la producción mucho más amigable con el ambiente, a generar una cultura de recuperación de saberes tradicionales, del aprovechamiento de los espacios a nivel comunitario o en los hogares donde las personas pueden implementar sus huertas caseras. En ese sentido la Cárder en Risaralda en este último semestre ha apoyado una huerta en el municipio de Belén de Umbría, en Pereira en el barrio Gama, en Dosquebradas, y están en proyecto de apoyar a otros municipios más, estas ayudas se realizan a través de la entrega de algunos elementos, materiales e insumos para el fortalecimiento de esos procesos con la comunidad. Lo anterior va de la mano de un proceso de capacitación y de acompañamiento. Así mismo varios grupos y colectivos ciudadanos también vienen desarrollando este trabajo y la Cárder en la medida de las posibilidades apoya a estos colectivos con capacitaciones y asesorías”.
¿De qué se trata?
El establecimiento de huertas urbanas es una iniciativa ciudadana que promueve la soberanía alimentaria y la utilización de los espacios públicos para cultivar alimentos propios, e involucra a los jóvenes en procesos de aprovechamiento de residuos orgánicos como insumo para la producción de abonos que puedan ser usados en sistemas agrícolas con fines alimentarios.
Apoyo a los municipios
En este último semestre la Cárder en Risaralda ha apoyado varias huertas urbanas en algunos municipios del departamento, uno de estos es la donación de 140 plántulas de vegetales, así como el acompañamiento técnico a jóvenes belumbrenses para la implementación de estas; un proyecto que va de la mano del fortalecimiento del Nodo de Jóvenes de Ambiente en este municipio.
Por su parte, Tatiana Margarita Martínez, directora (e) Cárder, indicó que: “hemos brindado asesoría y capacitación a estudiantes del Colegio Nuestra Señora del Rosario, adicionalmente la Corporación Autónoma Cárder, ha donado las plántulas de lechuga, remolacha, repollo, cilantro, rábano y cebolla, para realizar los ejercicios prácticos en un terreno que está dentro del casco urbano del municipio”.
Diana Pineda, integrante de la Red de Jóvenes de Ambiente de Risaralda, manifestó que: “la Red de jóvenes cumple aproximadamente 13 años, y en el tiempo que salió esta iniciativa, desde la Cárder se realizó el proceso de huertas caseras, tema que se está liderando con el nodo de Belén de Umbría, con estudiantes del colegio Nuestra Señora del Rosario en el que participan aproximadamente 30 jóvenes, que también cumplen sus horas de servicio social, este es un proceso que se ha venido liderando desde el año 2020”.
Así mismo Sofía Montoya, estudiante de la Institución Educativa Nuestra Señora del Rosario de Belén de Umbría y líder juvenil de Red de Jóvenes del Ambiente, indicó que: “en esta estrategia se está realizando una huerta urbana en la cual se promueve el desarrollo rural sostenible y se genera una economía, así como el cuidado del medio ambiente”.
