La reforma tributaria, en su artículo 43, que fue aprobado en primer debate, estípula un impuesto a la donación de alimentos y bebidas en Colombia.
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En este sentido, habría gravamen para diferentes productos como: avena en hojuelas, cuajada, yogur griego, bebidas lácteas, trozos de pollo o carne marinados, pan tajado, cereales, chorizos, jamones, compotas, pulpas de frutas, jugos envasados, aguas aromatizadas y muchos otros más.
De acuerdo con la Red de Bancos de Alimentos de Colombia, la aprobación de esta medida implicaría que se acentúen los problemas de desnutrición que se registran en el país. Incluso, aseguran que Colombia pasaría a ser el primer país en el mundo por altos índices de desnutrición y muertes por esta causa.
Según cálculos de la institución, la implementación del impuesto conlleva a que unas 30 mil toneladas de alimentos y bebidas aptas para el consumo humano, y que equivalen a 1.000 tractomulas, se tirarían a la basura cada año.
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«Parte de estas donaciones se dejarían de recibir por parte de los Bancos de Alimentos de Colombia, lo que implicaría dejar de atender a 978 mil personas en condiciones de vulnerabilidad; de ellos 19 mil madres gestantes y 128 mil niños menores de 5 años en riesgo de desnutrición, a los que sin duda se les empeoraría su situación poniendo en peligro su vida«, aseguró Juan Carlos Buitrago. director de la Red de Bancos de Alimentos de Colombia, Abaco.
Actualmente, en el país hay 19.8 millones de personas están usando estrategias de crisis porque no pueden acceder a los alimentos que necesitan. Entre estas estrategias se incluye bajar la calidad de lo que comen, servirse porciones más pequeñas, saltarse comidas o pedir alimentos prestados.
De este total, 13,1 millones no consumen alimentos básicos ni vegetales todos los días y nunca o rara vez pueden consumir alimentos altos en proteínas. Según la última encuesta Pulso Social del Dane, en Colombia 14.7 millones de personas están comiendo dos o menos veces al día y según el Instituto Nacional de Salud los casos de desnutrición y de muertes de niños por desnutrición van en aumento.
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Por otro lado, en el país se tiran a la basura la tercera parte de los alimentos que se producen.
“El impuesto a la donación de alimentos va a incentivar que productores de todo el país prefieran vender sus excedentes para consumo animal en vez de donarlos para ayudar a mitigar esta grave situación de hambre en Colombia«, de acuerdo con Buitrago.
El director de Abaco hace un llamado para eliminar el impuesto a las donaciones de alimentos de la reforma tributaria ya que promover las donaciones de alimentos es indispensable para ayudar a mitigar la situación de hambre que vive el país.
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