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La celebración del Día Mundial del Corazón ha puesto de manifiesto una situación alarmante: el notable aumento de enfermedades cardíacas en adultos jóvenes. Históricamente asociadas a personas de mayor edad, estas dolencias han comenzado a impactar significativamente a individuos menores de 50 años. Expertos en salud atribuyen este fenómeno a factores tales como el estilo de vida sedentario, el estrés, una alimentación inadecuada y el consumo de tabaco y alcohol.
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El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) informó que entre 2021 y 2022, Colombia registró 4.659 muertes de adultos jóvenes debido a enfermedades obstructivas del corazón. El desglose de estas cifras revela que:
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– 3.493 fallecidos tenían entre 40 y 49 años.
– 835 entre 30 y 39 años.
– 331 entre 20 y 29 años.
Estos datos subrayan una preocupante tendencia en la incidencia de enfermedades cardiovasculares en una población más joven, situación que requiere atención inmediata.
Uno de los problemas cardíacos predominantes es el infarto de miocardio, conocido popularmente como ataque al corazón. Este evento crítico ocurre cuando el flujo sanguíneo al corazón se ve obstaculizado. Las causas más comunes incluyen coágulos sanguíneos y la acumulación de grasa en las arterias, impidiendo así que el corazón reciba el oxígeno y los nutrientes necesarios para su funcionamiento.
Prevenir muertes por enfermedades cardiacas
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El Dr. Juan Mauricio Pardo Oviedo, médico internista y decano de la Escuela de Medicina de la Universidad del Rosario, resalta que «el 80 % de las muertes por enfermedades cardíacas en adultos jóvenes son prevenibles.» Él sugiere incluir hábitos saludables desde edades tempranas para mitigar estos riesgos. Entre sus recomendaciones están:
– Mantener una dieta equilibrada.
– Realizar ejercicio de manera regular.
– Abstenerse de consumir tabaco y alcohol.
– Controlar condiciones preexistentes como la hipertensión.
El Día Mundial del Corazón enfatiza la necesidad crucial de incorporar estos hábitos para prevenir enfermedades cardiovasculares y, en consecuencia, mejorar la calidad de vida. La concienciación sobre el cuidado del corazón desde una etapa temprana puede ser determinante en la lucha contra estas enfermedades.