“¡Ladrones, ladrones!”, fue lo último que gritó indignado Soilo Casimiro Tovar Monteverde, segundos antes de que dos despiadados delincuentes le arrebataran la vida de un disparo en la cabeza.
Efectivamente, los malandros estaban cometiendo un hurto en la vía pública y a plena luz del día cuando fueron observados por Soilo, quien apenas se percató del delito, intentó alertar a la comunidad, pero el sonido de un revólver dio entrada a un silencio sepulcral.
“Nadie se había dado cuenta del atraco, sino hasta que un señor y una señora comenzaron a gritar. Cuando nos asomamos, lo único que vimos fue que un tipo le disparaba desde la distancia. Nos agachamos y cuando levantamos la mirada, el señor ya estaba tendido bocabajo sobre el andén”, le relató a Q’HUBO una comerciante de la zona.
Después de que los sicarios huyeran, los residentes y comerciantes que fueron testigos del atroz crimen se acercaron a la víctima (de 68 años) e intentaron auxiliarla, pero ya no había nada que hacer, Soilo estaba sin signos vitales.
“La gente de inmediato comenzó a llamar a la Policía y llegó rápido, pero cuando lo revisó y ya no tenía signos vitales. Fue muy triste, porque de una acordonaron la escena y al momento llegó la familia del señor. ¡ Estaba destrozada!”, añadió un vecino.
Fatídico crimen
Soilo Casimiro iba caminando sobre las 11 de la mañana de ayer por el sector de La Igualdad (Kennedy), con el fin de encontrarse con sus familiares; cuando a lo lejos (exactamente a una cuadra de distancia) observó con detenimiento cómo un sujeto forcejeaba con un muchacho.
La gente que iba transitando por la Carrera 69D con Calle 4 sur se percató de que dos sujetos, que iban en una moto blanca, intentaron hurtarle el celular al joven, pero el único que tuvo el valor de gritar, creyendo que los iba a espantar, fue Soilo. Sin embargo, el resultado fue nefasto.
“Los tipos, apenas escucharon los gritos, voltearon a mirar y el parrillero, aún sin bajarse de la moto, sacó el revólver y disparó en contra del señor; al instante, se fueron a toda velocidad. Lastimosamente no solo se le llevaron el celular al pelado sino que también le robaron la vida al vecino”, concluyó un habitante.
El cadáver de Soilo quedó tendido en el andén y mientras los investigadores del CTI realizaban la inspección, decenas de personas observaban con detenimiento lo ocurrido y le pedían al Todopoderoso que recibiera en su reino al ser inocente que solo quería defender a un parroquiano.
Los dos delincuentes quedaron registrados en los videos de las cámaras de seguridad, los cuales ya están en poder de las autoridades. Hasta el cierre de esta edición, no habían sido capturados.
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