Pedro Pablo Montenegro, de 79 años, es el dueño de una mina de esmeralda ubicada en Boyacá, su destino fue heredar su creatividad a sus parientes para que construyeran un negocio familiar con una de las joyas más preciadas de Colombia, que es la esmeralda.
Su hijo Uvaldo de 59 años, siguió su camino y hoy es el dueño de un hotel de lujo en Chivor, Boyacá, no es cualquier hospedaje, puesto que está construido encima de la mina de esmeralda con la que inició Pedro Pablo.
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