El alcalde, Alexander Baquero Sanabria, anunció que está trabajando en un acuerdo municipal para devolver la función de control urbanístico a Inspectores y corregidores, aplicando el principio de territorialidad.
Anteriormente, esta responsabilidad recaía en la Inspección Novena, que colapsó debido al represamiento de más de 6.000 expedientes. Este atraso pone en riesgo el vencimiento de los términos y podría resultar en la validación de actuaciones urbanísticas irregulares, señaló.
La reasignación de estas funciones, busca mejorar la eficiencia y efectividad permitiendo una vigilancia más cercana y adecuada en cada área de la ciudad.
Las inspecciones y corregimientos serán encargadas de mantener el orden y la legalidad en el desarrollo urbano, asegurando que las construcciones y modificaciones se realicen conforme a las normas vigentes.
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