La política es de amores y de odios, pero a los jóvenes poco o nada les interesa el tema y según la gestora social de Pereira, Ángela María Aguirre, “es mejor meterse con la política antes de que la política se meta con uno”. Pero más allá de su actividad como figura pública, llegó donde los estudiantes de grados 10 y 11, para contarles sobre una mujer joven que le gusta trabajar por otras mujeres y que enfrentó todas las circunstancias que a muchas personas en la misma situación las hubiera estancado.
¿Qué posibilidades reales hay de que una joven educada en un colegio público, de familia de clase trabajadora y que salió a perseguir sus sueños desde un municipio de Caldas, perdido entre las montañas, luego se convierta en la primera dama de la capital del eje? Pues bien, esa historia fue la que entregó al auditorio.
Ser buena persona con los demás
“Muchos de ustedes creerán que esas vidas perfectas que vemos en redes sociales son ciertas y que no han tenido que hacer ni el más mínimo esfuerzo, quiero contarles que todas esas personas también tienen problemas como todos nosotros”. Les dijo que las personas que son exitosas son las que decidieron hacer lo que aman.
La timidez propia de la adolescencia no se improvisa y los folletos informativos resultaron los mejores aliados.Les explicó que cuando los padres, como en su caso, dicen que no pueden ofrecer más allá del bachillerato, no es que sean malos padres, sino que dan lo mejor de ellos con lo que tienen y la vida les dio. “Quiero hacerles una invitación y es a que este momento no es solo para motivarlos y decirles que pueden lograr grandes cosas, sino para que empecemos a ser un poco más humanos, porque nos volvimos los jueces de los demás, somos crueles en la vida con personas que tienen los mismos miedos que nosotros”.
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Con detenimiento
Posterior a la conferencia a la gestora se le consultó sobre dos puntos que llamaron la atención en su presentación y es el tema del miedo, por eso la pregunta fue ¿cómo decirle a esos muchachos de la ruralidad de Risaralda que vengan y enfrenten todo en la ciudad? “A mí montar en el Megabús me daba miedo, porque en mi pueblo no había Megabús y desde esa misma experiencia les digo que hay que enfrentarlos, porque sino nos van a perseguir toda la vida, estamos esperando a todos los jóvenes, porque Pereira necesita más personas que vengan y la saquen adelante y menos personas que se quieran ir”.
Otro punto a favor para enfrentar ese miedo es la calidad humana de los pereiranos, porque según Ángela María Aguirre, cuando el recién llegado se pierde, los querendones hasta lo acompañan al lugar donde tiene que llegar. “Aquí realmente hay amor, calor humano y muchas oportunidades para los jóvenes”.
