Rescatar la figura del barbero clásico ha sido la receta de expansión para la primera cadena colombiana de barberías que se arriesgó a competir en Estados Unidos, un terreno en el que toca mirarse frente a frente con los más duchos del oficio.
John Isaza es el emprendedor detrás de Fígaro Barber Shop y abrió su primer local en Bogotá hace seis años con una inversión de US$15.000, cifra que para entonces equivalía a unos $42 millones. Solo tres años después dio el salto a la…