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Haciendo eco a la decisión de la administración territorial de Cundinamarca, el Aguardiente Amarillo de Manzanares, una marca emergente que había capturado el paladar de los consumidores locales y bogotanos, ha sido retirado del mercado. Esta decisión ha dejado un vacío en el gusto de los amantes de este licor, pues su venta se encuentra suspendida por mandato gubernamental.
En un intento por salvaguardar los intereses del aguardiente Néctar, un producto icónico de la Empresa de Licores de Cundinamarca, la gobernación previamente realizó una medida en 2019 que eliminaba al Aguardiente Amarillo de las estanterías. Este aguardiente, creado por la Industria Licorera de Caldas (ILC), ha enfrentado batallas legales para mantener su presencia en el mercado.
La ILC, tras la prohibición inicial, logró obtener un permiso para vender su bebida alcohólica. Pero este permiso fue revocado el 6 de junio, generando un desabastecimiento de este popular aguardiente. En respuesta a esto, la ILC ha iniciado otro proceso para recuperar la relevante autorización y regresar su producto tanto a Cundinamarca como a Bogotá, un área de gran demanda de su producto.
Sin embargo, la fortuna no ha sido favorable para la ILC. Recientemente, la Secretaría de Hacienda de Cundinamarca revocó la autorización concedida en 2019. Mauricio Vélez, gerente de Ventas y Mercadeo de la ILC, declaró en una entrevista el jueves 21 de septiembre en Blu Radio que la decisión se tomó de manera arbitraria.
Les habían instruido previamente que debían modificar ciertos registros con el Invima. A pesar de que estas modificaciones fueron realizadas, la solicitud de la ILC no ha sido aprobada.
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Vélez expresó su confusión por la nueva negativa a su entrada en el mercado de Cundinamarca, especialmente cuando la ILC había obtenido anteriormente un permiso en 2019. Resaltó la importancia que el Aguardiente Amarillo había ganando a nivel nacional, identificándolo como una «amenaza latente» para las demás marcas.
A pesar de las dificultades, la industria licorera no se rinde. Vélez declaró también que la ILC, viendo la importancia que su producto ha obtenido a nivel nacional, seguirá peleando para recuperar su derecho a vender el producto en el departamento.
Finalmente, a pesar de la competencia, la Licorera de Cundinamarca sigue siendo un fuerte contendiente, vendiendo previamente más de 22 millones de botellas del aguardiente Néctar. Sin embargo, este año las ventas han disminuido, lo cual seguramente no es solo un resultado de la aparición del Amarillo. Así, el Aguardiente Amarillo emerge como un reciente desafiante que ha sacudido el mercado de aguardientes a nivel nacional.
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