Colombia está avanzando en las etapas de la transición demográfica con una velocidad tan alta que, recientemente, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) recalculó sus proyecciones poblacionales hasta el año 2070 con valores a la baja, inicialmente estimados con base en el último censo de población realizado en 2018 (‘Proyecciones de población a nivel nacional. Período 2020 – 2070’, marzo de 2023).
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Según estas nuevas y recientes proyecciones, la población colombiana crecería a una tasa cada vez menor hasta que en 2052 comenzaría a disminuir en términos absolutos.
En un reciente artículo publicado en Portafolio, los investigadores Jesús Fernández e Iván Luzardo, de la Universidad de Pensilvania, sugirieron que el decrecimiento de la población colombiana habría comenzado en 2023. A las pocas semanas, el Banco de la República reconoció en un blog que la fecha de 2052 estimada por el Dane resultaba poco probable, en vista de que sus proyecciones no tenían en cuenta el reciente desplome de los nacimientos y el nuevo auge de la migración internacional de colombianos.
Según el Banco, la caída de la población podría haber empezado en 2022, de esta manera confirmando lo planteado por los profesores Fernández y Luzardo.
¿Por qué es tan importante saber si la población colombiana está disminuyendo ya, o lo hará en 30 años? Porque una población decreciente, ceteris paribus, desacelera el crecimiento económico y tiene consecuencias económicas y sociales de gran envergadura que obligan a repensar con urgencia casi todas las políticas públicas, incluidas las de demanda de bienes públicos, de finanzas del Estado, de natalidad, de seguridad social, y en especial de pensiones, entre otras. De aquí la importancia de que el Dane corrija lo más pronto posible sus proyecciones.
De las proyecciones de la población total se derivan también las proyecciones de la población en edad de trabajar (PET), es decir, de las personas de 15 años y más. La PET es un agregado fundamental para el estudio del mercado de trabajo en cuanto representa la potencial oferta de trabajo y se proyecta mensualmente, junto con la población total, en la Gran Encuesta Integrada de Hogares -GEIH-, la encuesta del Dane que investiga las características demográficas y sociolaborales de los colombianos. Es importante subrayar que las proyecciones poblacionales mensuales de las encuestas de hogares y las proyecciones a 2070, elaboradas en 2023, son el resultado de procesos distintos llevados a cabo por la misma entidad, el Dane.
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Población
Ahora bien, entre los años 2020 y 2024 es posible comparar las poblaciones proyectadas por el Dane en marzo de 2023 con las que el mismo departamento publica periódicamente en las GEIH. De esta comparación se deriva que ellas no son iguales y que las primeras, en valor absoluto, siempre superan a las segundas en cerca de 1 millón de personas. Sin embargo, en 2024 la población total y la PET de las GEIH aumentaron más rápidamente.
Recapitulando, en opinión de los investigadores de la universidad de Pensilvania y del Banco de la República, las proyecciones a 2070 del Dane prevén un decrecimiento de la población colombiana demasiado lento para los próximos años, de modo que la población llegaría a disminuir en términos absolutos solo en el lejano 2052. Ahora resulta que en el caso de la población total y la PET de las encuestas de hogares -calculadas en un ejercicio diferente de las proyecciones a 2070- se acentuaría este fenómeno.
En este contexto, además, sorprende que la PET de las encuestas de hogares, después de crecer a tasas decrecientes, hace aproximadamente un año lo haga a tasas crecientes. Consultamos al Dane sobre las razones de este repunte de la PET y la respuesta fue que “el comportamiento de dichas poblaciones y su tasa de crecimiento es normal para todo el período analizado”, sin proporcionar justificación alguna de esta normalidad (¿cómo se relaciona con la evolución de la natalidad, las migraciones o las muertes?).
Desafortunadamente, si se grafica la evolución desde 2002 hasta la fecha de la PET de las GEIH, no se aprecia la normalidad que los funcionarios del Dane mencionan en su poco esclarecedora respuesta.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe -Cepal-, “el crecimiento de la población total y de la población en edad de trabajar en los países es gradual y monotónico en el tiempo” (Observatorio Demográfico de América Latina y el Caribe, 2023, p. 20). De la gráfica anexa, sin embargo, no se distingue alguna gradualidad en el crecimiento de la PET colombiana entre 2002 y 2024. Más bien, este crecimiento se asemeja más a un electrocardiograma que a la evolución esperada de una población.
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Mercado laboral
Resaltan los picos de los años 2010 y 2014 de la duración, ambos, de un solo año. Si se abstrae de ellos, sin embargo, es clara una tendencial disminución de la PET hasta el año 2015. En ese año empezó la inmigración masiva de venezolanos al país, que alcanzó un máximo en el año 2020. Luego, el fenómeno migratorio se apagó y el crecimiento de la PET volvió a disminuir hasta mediados de 2023, cuando comenzó a repuntar nuevamente.
¿Qué fenómeno está detrás de este repunte? Y más precisamente, del repunte de la población de 30 años y más, dado que, por el contrario, los jóvenes están disminuyendo según la misma fuente de información. Esta era la respuesta que esperábamos de nuestra consulta al Dane. A falta de una respuesta convincente, las actuales proyecciones demográficas del Dane parecen estar contaminando también los resultados de las encuestas de empleo y desempleo.
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STEFANO FARNÉ
Portafolio
