Sus grandes ojos color café oscuro se camuflan con el pelaje negro de su pequeño rostro, el cual, a su vez, se difumina y poco a poco se mezcla con el color marrón que tanto caracteriza a los pastores belgas.
En su cuello, una cinta amarilla lo identifica como Wilson, el cachorro que pronto se convertiría en uno de los héroes de cuatro patas más queridos en el país.
(Puede ser de su interés: El dibujo de Lesly, la niña rescatada en la selva, del perrito Wilson).
Así es la primera…