Dicen que la rabia puede llegar enceguecer, y a que se pierdan la cordura y el buen juicio. Es así que a un hombre que tendría estudios universitarios le llegó la versión de que su pareja había sido vista con otro hombre en un motel.
Esta historia sucedió el pasado miércoles, en Istmina, en Chocó, en el Pacífico colombiano, donde el profesional se habría llenado de tal furia que acudió a una ferretería donde compró un machete.
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