A las afueras de la iglesia de Chiquinquirá en Barranquilla, la comunidad y las organizaciones realizaron un plantón rechazando la medida de Triple A.
Noticias Barranquilla.
La iglesia de Chiquinquira, un tesoro patrimonial de Barranquilla, se encuentra en pleito con la empresa Triple A, que le suspendió el servicio de agua al templo parroquial desde hace casi un mes.
Por lo tanto, el 15 de noviembre se llevó a cabo un plantón a las afueras de la iglesia, protestando contra la medida tomada por la empresa de servicios públicos de Barranquilla.
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El párroco de la iglesia asegura que han tenido que comprar agua para abastecerse; algunos vecinos y la comunidad han ayudado a las personas de la parroquia con el líquido vital. «Sin el agua no podemos vivir, es un servicio vital para comer, para bañarnos, para todo necesitamos el agua», indicó Roberto Rodríguez, párroco de la iglesia.
Asimismo, el religioso ha señalado que pide a la empresa Triple A que restituya el servicio, el cual, según se ha ido pagando el consumo mensual y que no está en reclamación.
Corte del servicio a la Iglesia en Barranquilla «es ilegal»
También aseguró que tiene un derecho de petición con recurso de reposición ante Triple A y además en apelación ante la Superintendencia de Servicios Públicos, pero que no han encontrado una solución al problema. Asimismo, consideró ilegal la suspensión del servicio frente a la legislación vigente.
«Estamos respaldando a la feligresía y al párroco de esta iglesia porque la empresa Triple A hace un mes suspendió el servicio de agua de forma indebida y la Ley 142 es muy clara. Cuando hay una reclamación de un servicio público y se está pagando lo que se considera justo ya no le pueden cortar el servicio a ese usuario mientras no se termine el proceso», aseguraron desde la Liga de Usuarios de Servicios Públicos.
Roberto Rodríguez, el párroco de la iglesia de Chiquinquira, asegura que tanto la empresa Air-e como Triple A han realizado cobros a las tarifas eléctricas con un recargo de una sobretasa del 20%, como si se tratase de una entidad comercial con ánimo de lucro, pero que se trata de una institución religiosa sin ánimo de lucro.
«Nos cortaron el agua con engaños. La factura de Triple A nos llega a más de un millón 200 mil pesos, es un costo muy elevado», manifestó el párroco a la Emisora Atlántico.