El VPH – Virus del Papiloma Humano – se reconoce como la principal causa asociada con el desarrollo de cáncer de cuello uterino y se considera causa necesaria, pero no suficiente, para el desarrollo de este tipo de cáncer; también es responsable de la aparición de otros tipos de cánceres y verrugas genitales en hombres y mujeres.
Según la Organización Mundial de la Salud, se estima que el 90% de las personas serán infectadas durante su vida, y estarán en riesgo de adquirir una variedad de problemas de salud.
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Prevenir es mejor
Según el MSPS, detectar a tiempo es otra de las estrategias para eliminar el cáncer de cuello uterino. Por lo anterior, invitamos a las mujeres mayores de 25 años a realizarse pruebas de tamización que varían de acuerdo con la edad y el lugar de residencia; de esta forma, es posible ubicar lesiones precancerosas en el cuello uterino.
Además, para estar más protegidas, basta con tomarse oportunamente la citología de cuello uterino en mujeres entre 25 y 29 años; practicarse el Test de ADN-VPH para las que tienen entre 30 y 65 años; y asistir a la inspección visual en las que están entre 30 y 50 años y que residen en áreas de población dispersa y con difícil acceso a los servicios de salud.
Por la salud de la mujer, eliminemos el cáncer de cuello uterino. Con este lema, el Ministerio de Salud y Protección Social bautizó su campaña para promover la vacunación y las estrategias de tamización, en especial, la jornada de vacunación nacional.
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Cifras y datos de CCU:
• Durante 2020 se estimaron 4.742 casos nuevos de cáncer de cuello uterino, para una incidencia ajustada de 14,9 por cada 100.000 habitantes. Con estos números, la enfermedad se reconoce como el tercer tipo de cáncer con mayor incidencia y mortalidad en las mujeres. (Según Globocan)
• De acuerdo con los datos de Estadísticas Vitales del DANE, y a través de la bodega de datos de SISPRO, la mortalidad ajustada por la edad del cáncer de cuello uterino para 2021 fue de 6,23 fallecimientos por cada 100.000 habitantes, mortalidad que ha tenido una tendencia al descenso a lo largo de los años.
• En 2021 las tasas más altas de mortalidad se presentaron en Amazonas, Guainía, Caquetá, Casanare y Atlántico; por su parte, las más bajas se presentaron en Vichada (cero casos), Chocó, San Andrés y Providencia, Boyacá y Cundinamarca.
• La tasa ajustada de mortalidad más alta se observó en el grupo de mujeres entre 45 y 49 años, seguido de las que están entre los 50 y los 54 años.
