“Yo solo quiero que mis hijas tengan una vida digna”. Esa es la razón de Katherine Osorio, una migrante venezolana de 32 años, para tomar la peligrosa ruta del Darién hasta Estados Unidos.
Ella llegó el 13 de septiembre a las playas de Necoclí, Antioquia, con sus hijas de 9 y 14 años, huyendo de un intento de feminicidio en Ecuador, a donde había migrado antes en busca de oportunidades. Ahora, viviendo en la calle, inició a trabajar en la reventa de agua y artículos de…