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Bogotá, 19 de junio de 2024. Las autoridades colombianas, en colaboración con Estados Unidos, han identificado y están persiguiendo a un grupo de 170 narcotraficantes conocidos como “narcotraficantes invisibles”. Este grupo, del que ya han sido capturados 17 individuos, opera en las más altas esferas sociales y evita el uso de tecnologías como los teléfonos móviles para mantenerse fuera del radar de la ley.
En una reunión clave celebrada el 23 de mayo en Bogotá, la directora de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), Anner Milgram, y el director general de la Policía Nacional de Colombia, William René Salamanca, abordaron la creciente amenaza de los “narcos invisibles”. ‘. Estos delincuentes no sólo están involucrados en el tráfico de grandes cantidades de cocaína, sino que también están contaminando el sistema financiero global a través del lavado de dinero.
Milgram destacó su preocupación por el uso de cuentas bancarias para lavar dinero, un método común entre estos narcotraficantes. Durante el encuentro se destacó la importancia de fortalecer la cooperación internacional para combatir el uso ilícito de criptomonedas, herramienta cada vez más utilizada por estos delincuentes.
El 7 de mayo, las autoridades colombianas capturaron a Juan Antonio Gil Díaz en su finca en Paratebueno, Cundinamarca. Gil Díaz se hizo pasar por un empresario agrícola, pero la investigación reveló su vínculo con la organización criminal “Tren de Aragua” y su participación en el transporte de ocho toneladas de cocaína incautadas en la Guayana Francesa. La finca lujosamente equipada de Gil Díaz reflejaba el ostentoso estilo de vida que llevaba, similar a la legendaria Hacienda Nápoles de Pablo Escobar.
Según la policía, existen dos tipos de «narcotraficantes invisibles»:
- Narcos de bajo perfil: Se trata de personas con estudios superiores, de clases sociales medias y que terminan involucrándose en el tráfico de drogas a través de terceros. Mantienen un perfil bajo y encajan en los altos círculos empresariales, ofreciendo préstamos de inversión gratuitos a bajo interés para ganar confianza. Estos narcotraficantes invierten en proyectos de construcción, agrícolas y comerciales, utilizando estos frentes para lavar dinero y evadir a las autoridades.
- Narcos excéntricos: Estos traficantes de cocaína son fácilmente identificables por su uso excesivo de joyas, artículos de lujo y guardaespaldas. Resuelven conflictos internos relacionados con el narcotráfico a través de “oficinas de recuperación”, evitando así hacer públicas sus represalias y facilitando nuevas líneas de investigación a las autoridades. Su participación directa en la negociación de cargamentos de cocaína también los expone.
El esfuerzo conjunto de Colombia y Estados Unidos tiene como objetivo desmantelar redes de “narcotraficantes invisibles”, que utilizan su poder financiero para infiltrarse y corromper diferentes sectores de la economía. Estas acciones no sólo protegen la salud de millones de personas afectadas por el narcotráfico, sino que también apuntan a salvaguardar la integridad del sistema financiero global.
La lucha contra los “narcotraficantes invisibles” sigue siendo una prioridad para las autoridades colombianas y estadounidenses. A través de la cooperación internacional y la implementación de estrategias innovadoras, se espera desmantelar estas redes criminales y proteger tanto la salud pública como la estabilidad económica. La captura de personas como Juan Antonio Gil Díaz demuestra el compromiso y efectividad de estas acciones conjuntas.
