Los funcionarios se deben a quienes con sus impuestos hacen posibles sus cargos burocráticos, claro está, en otra sociedad que no sea la colombiana o al menos en otro municipio que no sea Pueblo Rico. Ya que es totalmente imposible comunicarse con la gerente del hospital San Rafael o con el alcalde Siágama. Es innegable que hay dificultades de cobertura para lograr la comunicación vía celular, pero queda el Whatsapp, como lo hizo la denunciante de los problemas por los que atraviesan los usuarios de la salud.
Corrupción inmovilizada
El martes de la semana pasada en horas de la tarde, un hecho dejó boquiabiertas a las personas que se encontraban alrededor del hospital San Jorge de Pereira, cuando vieron cómo una grúa adscrita al Instituto de Movilidad de la ciudad levantaba la ambulancia del hospital de Pueblo Rico para llevarla a los patios e inmovilizarla.
¿Y eso por qué pasó? es la pregunta que se hace todo el mundo. Pues bien, Ángela María Maya, es la rectora de la I.E. indígena técnica agropecuaria ubicada en la comunidad Kemberdé en Santa Cecilia, se encargó de visibilizar este asunto que a todas luces atraviesa la siniestra sombra de la corrupción estatal a escala y la inoperancia administrativa sobre todo en las regiones más apartadas.
“Es claro que ningún agente de tránsito va a para una ambulancia a preguntarle si tiene la revisión tecnomecánica. Lo que sí llamó la atención de los agentes es que el vehículo botaba y botaba aceite, ahí fue cuando lo detuvieron y le exigieron la documentación en la que encontraron que no estaba al día con la misma”, explicó la rectora.
El caso del bebé
El otro caso que deja sin palabras es la mala atención de la que fueron víctimas un menor de un año del resguardo y su familia habitantes del sector de Papaidó, cuando el menor presentó el lunes de la semana pasada, fiebre de 39 grados, tos y dificultad para respirar. La respuesta en el puesto de salud fue hacerle prueba de malaria que salió negativa, la madre solicitó atención por urgencias y no halló respuesta positiva, pero el miércoles los padres en tremenda preocupación al ver que la condición del niño empeoraba volvieron.
La rectora también conoció este caso y dijo: “Ese día llamé a la Superintendencia y al asesor del ministro en Bogotá, desde allá ayudaron a la gestión con el hospital para cuando ellos bajaran con el niño recibiera la atención necesaria”. En el servicio de urgencias dijeron que el niño presentaba conjuntivitis pero tampoco lo dejaron en observación. El viernes llovió mucho y los ríos estaban muy crecidos, los padres contactaron de nuevo a la rectora para que les ayudara a tramitar el transporte. “Al niño lo sacamos a las 3:00 de la mañana y a las 7:00 estaba en Pueblo Rico, desde donde lo trasladaron al San Jorge, el diagnóstico fue que presentaba neumonía por lo que lo dejaron hospitalizado, hoy todavía está allá”.
Es de no creer que hay funcionarios que gestionan más fácil desde Bogotá y los de aquí atienden porque se ven obligados, a que las cosas funcionen como es el deber ser de las cosas. La rectora Maya en su denuncia pública notificó a la Defensoría del Pueblo, hizo un radicado para la Supersalud y envió copia al ministro de salud, por tanto la Defensoría citó a mesa técnica el 1 de agosto a todas las entidades involucradas en la prestación del servicio de salud en ese municipio.
Cifra
4 llamadas al alcalde y 3 a la gerente del hospital San Rafael, sin ningún éxito.
Dato
El alcalde no tiene Whatsapp. A la gerente se le dejó un mensaje desde las 10:29 de la mañana y a las 4:00 p.m., no había contestado.
Lo que se supo de la ambulancia
Desde el área de Comunicaciones del Instituto de Movilidad respondieron que el trámite de sacar el vehículo de los patios se realizó de un día para otro al ponerse al día con los documentos que dieron lugar a la inmovilización. Sin palabras deja el acto que se tenga que pasar por la palestra pública, para hacer un proceso de rutina y que no hubiese acarreado multa, ni sobrecostos que finalmente deberán salir de impuestos a los ciudadanos.