Cerca de 6 mil empresas en Colombia compraron vacunas para inmunizar a más de 1,2 millones de trabajadores y con ello, poder acelerar la reactivación productiva y económica del sector empresarial que se ha visto tan afectado por causa de la pandemia de la covid-19. La compra de estos biológicos por parte del sector empresarial es una muestra más de una conciencia colectiva, de trabajo colaborativo y de liderazgo generoso.
Sin duda, para el sector productivo, sin importar la geografía, la naturaleza del negocio y la dimensión de la compañía, este ha sido uno de los mayores retos de liderazgo y de gestión que han debido enfrentar en respuesta a la coyuntura generada por la pandemia.
(Vea: ¿Qué viene para el Plan Nacional de Vacunación contra el covid?).
Esta compra de vacunas pretende apoyar el avance del esquema de vacunación del Gobierno nacional en Colombia: actualmente la vacunación avanza satisfactoriamente, teniendo a la fecha un alto porcentaje de colombianos vacunados con las dos dosis y se ve cómo se acude gradualmente a la vacunación de primera dosis, esto debido a que se ha extendido el margen de edad para acceder al biológico.
Cuando ya se empezaba a ver la luz hacia una nueva normalidad, aparecen nuevos desafíos, como: las nuevas variantes del virus, a lo que se debe hacer frente y sortear para seguir avanzando con decisión hacia la reactivación del país, sin perder de vista lo más importante que es proteger la vida de los colombianos; el problema ya no radica en el número de vacunas disponibles para la población, sino en la indecisión y/o la falta de interés de algunas personas para vacunarse, algo que impacta, por supuesto, los planes de inmunización que tienen las empresas. Este tropiezo no se veía venir; se confiaba, por el contrario, que todos los colombianos anhelaban el plan de vacunación como la mejor opción para llegar a la tan esperada inmunidad de rebaño.
Esta semana, ejecutivos de Talento Humano de las empresas más grandes del país, se debatían sobre qué acciones y posturas tomar en cuanto a la vacunación de sus colaboradores. El punto de partida de la discusión fue la imposibilidad de obligar a los empleados a vacunarse, o exigir el sistema de vacunación con el fin de vincular o desvincular a un colaborador, pues esto iría totalmente en contra de las disposiciones del Ministerio de Trabajo y de los derechos del empleado, lo que ocasionaría sanciones y demandas para las empresas.
(Vea: Hombre que se ha vacunado 7 veces en Cali, sin reacción ni sanción).
Dado este primer supuesto, la conversación se dio alrededor de la necesidad de establecer campañas de motivación e información para los colaboradores sobre los beneficios de las vacunas, tanto para la salud individual como para el bienestar colectivo, y no solo al interior de las empresas, sino extendido hacia sus diferentes grupos de interés. La creatividad no se hizo esperar y se compartieron fórmulas innovadoras para persuadir a los que aún se encuentran indecisos sobre recibir la vacuna.
Así mismo, muchos coincidieron en que establecerán modelos de trabajo híbridos para que el retorno sea voluntario y en otros casos, impondrán medidas para que quienes no quieran vacunarse y regresen a la presencialidad, tengan restricciones de uso de espacios colectivos como gimnasios o duchas, entre otros, con el fin de salvaguardar la seguridad de los demás.
(Vea: Analizan posible relación entre vacuna de Moderna y riesgos cardiacos).
En Acrip seguimos empeñados en acompañar a las organizaciones para que el retorno gradual a las oficinas se dé con los más altos estándares de bioseguridad. Seguiremos buscando nuevas ideas, revisando prácticas y elevando conciencia en la sociedad en general para que todos sumemos en este periodo de transición en el que nos encontramos.
Sin embargo, contemplar la obligatoriedad de la vacunación en el sector productivo es algo que no debe descartarse del todo por el Gobierno Nacional, sobre todo si pese al avance de la inmunización, siguen aumentando los contagios y no se logran los indicadores adecuados para generar la inmunidad de rebaño.
(Vea: Colombia sí aplicará tercera dosis de vacuna contra el covid).
En las empresas es muy importante seguir luchando por persuadir a las personas que no desean vacunarse para que tomen conciencia de los riesgos que traen las variantes del virus y así evitar que siga aumentando el índice contagios y de mortalidad.
En Estados Unidos, por ejemplo, dado que su marco regulatorio lo permite, ya hay empresas y sectores que exigen a sus empleados la vacunación para poder seguir trabajando y/o asistir presencialmente a la oficina tal como los recientes sonados casos de las gigantes Google, Facebook y CNN. Esto con el fin de mitigar la oleada de nuevos contagios en un país que tiene a más del 50 % de su población vacunada con el esquema completo, pero con un segmento importante reticente a ponerse el biológico.
(Vea: Migrantes irregulares e indocumentados podrán vacunarse en Colombia).
El debate está abierto y por el momento no queda más que seguir informando y motivando a las personas a que se vacunen lo más pronto posible y seguir buscando otros esquemas, como la sanción social o la restricción de asistencia a lugares públicos, como está ocurriendo en Francia, para lograr un resultado suficiente en la inmunización nacional que empiece a permitir el regreso a la normalidad.
GLADYS VEGA
Presidenta Federación Colombiana de Gestión Humana (Acrip).