Uno de cada dos casos de cáncer detectados en la región corresponde a cáncer de piel, lo cual da una idea de la magnitud de esta problemática de salud
Óscar Osorio Ospina
En los años 20, la diseñadora Coco Chanel rompió uno de los más arraigados conceptos en la sociedad europea al aparecer en unas fotografías con su piel bronceada a borde de un yate, lo cual se convirtió rápidamente en un ícono de la belleza femenina. Por ese entonces, la tez blanca se consideraba un símbolo de hermosura y distinción, en tanto que la exposición al sol estaba prácticamente reservada a las bajas esferas sociales que debían realizar agobiantes jornadas de trabajo físico expuestos a los rayos del astro rey.
A la fiebre por los bronceados que despertó Coco Chanel, se sumó la actriz Josephine Baker, quien se hizo famosa como la mujer de piel de caramelo. Y en los tiempos más recientes, series de televisión muy populares como Baywatch (Guardianes de la Bahía) consolidaron la moda de las pieles bronceadas que lucían estrellas como David Hasselhoff, Panela Anderson, Carmen Electra, Brooke Burns y Vannesa Angel.
Lo cierto es que la moda del bronceado, acompañada por una floreciente industria farmacéutica dedicada a la fabricación de este tipo de productos, se expandió por el mundo, muchas veces sin medir las consecuencias de una severa y, a veces, prolongada exposición al sol en una playa paradisíaca o en una concurrida piscina.
Pero en los tiempos que corren esta práctica le está pasando factura a los seres humanos, convirtiendo las lesiones de la piel en una de las más frecuentes, muchas veces con consecuencias mortales, tal como lo señala la doctora Viviana Méndez, médica especializada en dermatología y quien cursa una maestría en Cáncer Cutáneo Complejo en la Universidad de Alcalá (España).
Datos preocupantes
El año pasado, en la zona de influencia de la Liga contra el Cáncer de Risaralda fueron detectados 2.154 nuevos casos de cáncer, lo que equivale a decir 165 mensuales y entre cinco y seis diarios. Esa zona abarca los departamentos de Risaralda, Caldas, Quindío, Tolima, Chocó y norte del Valle del Cauca.
Pero lo preocupante es que 969 casos de esos corresponden a cáncer de piel, es decir el 45%, mientras que el cáncer de seno alcanzó un 15%, el de cérvix el 7% y el de próstata el 5%. Esto significa que cada mes en esta área del país se detectan 80 casos de cáncer de piel, es decir entre dos y tres diarios, principalmente el carcinoma basocelular que es el más frecuente, carcinoma el escamocelular y el melanoma.
“Normalmente hay un daño celular, una alteración del ADN de las células. Por gran daño, según lo dice la OMS, es cuando la persona que ha consumido más de 10.000 horas de sol durante la infancia y la adolescencia y tiene mayor porcentaje de crear un tipo de cáncer en la edad adulta, de hecho, en personas mayores de 60 años es cuando se empieza a ver como tal el daño del sol”, explica la doctora Méndez.
Anota que hay dos tipos de exposición solar: la continua y la intermitente. La primera es cuando esa persona está continuamente bajo el sol y empieza a crear un bronceado protector continuo con un daño prolongado, en tanto que el bronceado intermitente ocurre cuando la persona va dos o tres veces al año al mar y se exponen al sol hasta quemarse, luego descaman y se les cae la piel. En estos casos, la piel hace un bronceado que es un efecto protector, o sea que la oscurece y trata de proteger todo el cuerpo, luego descansa unos meses y la piel se vuelve a aclarar.
Reitera la doctora Méndez que, en buena parte, el alto porcentaje de cáncer de piel que se está presentado ahora obedece a los efectos de la moda del bronceado que con el paso de los años comienzan a hacer su aparición. “Y esas personas nos están llegando ahora al consultorio, con 60 u 80 años de edad, con todo tipo de lesiones en piel, que no son resultado de ahora. Esos bronceados, esa moda, el cambio climático y el daño de la capa de ozono, han hecho que esas lesiones sean mucho más agresivas que años atrás. Entonces esas personas, que ahora tienen más de 60, empiezan a llegarnos con el resultado de todo lo que vivieron y para lo que no estábamos preparados”, anota la profesional de la dermatología.
La exposición directa al sol sin protección es muy peligrosa para la pielLa exposición directa al sol sin protección es muy peligrosa para la piel
Los peligros
Advierte de paso el peligro que para la piel implican las cámaras bronceadoras, a pesar de que no son rayos directos como tal, pero sí causan un cambio en la piel y una lesión en el ADN de las células, lo cual es muy dañino.
Y el riesgo es aún mayor cuando estamos entrando en un período del Fenómeno de El Niño que se puede extender hasta marzo del año entrante, con una radiación solar mucho más intensa. “Como no hay una protección de la capa de ozono, los rayos penetran mucho más fuerte, entonces si las personas no están acostumbradas a tener una protección solar, lo que va hacer es que esos rayos solares entran directamente en la piel. La idea es cuidarse no solamente con elementos como los bloqueadores solares, sino también utilizar sombrillas, sombreros y mangas largas en todo momento”, según lo aconseja.
De igual manera recomienda estar pendientes de los signos de alerta que la piel puede presentar, por ejemplo los carcinomas basocelulares que empiezan como una lesión pequeña que puede crecer, volverse transparente o pigmentada y presentar sangrado. En el caso de los carcinomas escamo-celulares, se trata de una lesión eritematosa, o sea roja, la cual no sana porque la piel está inflamada de forma continua, aunque después de un tiempo puede volver a su estado normal, pero este tipo de lesiones nuevamente aparecen y se pueden ir agrandando. En cuanto a los melanomas, en la ciencia médica se aplica el sistema de detección A-B-C-D-E en donde la A corresponde a la asimetría, la B a los bordes irregulares, la C al cambio de coloración, la D al diámetro que suele ser mayor de cinco milímetros y la E a una evolución rápida, mientras que los lunares normales son redonditos, pueden tener colores, pero suelen ser siempre muy simétricos y no pasan de ahí.
Asegura la doctora Méndez que el melanoma puede llevar hasta la muerte, porque a diferencia de los carcinomas, en muchos pacientes éste puede afectar lo que se llama el ganglio centinela, hacer una diseminación linfática y afectar otros de órganos. “Cuando identificamos un paciente con melanoma, empezamos a hacer ecografías, toma de muestra de ganglio centinela, tomografía de abdomen y revisar siempre que no haya diseminación”, señala.
Recomendaciones
Una de las primeras y más importantes es usar bloqueador solar cada mañana, preferiblemente con un nivel igual o superior al 50% de protección, el cual se debe aplicar cada dos o tres horas, siempre haciendo una capa sobre otra. En lo preferible utilizar sombrillas, procurando que tenga protección frente a los rayos UV mediante una capa interior oscura o gris. Así mismo usar sombreros pero no cachuchas dado que éstas dejan expuestas las orejas y se han visto muchos casos de lesiones en el pabellón auricular.
Y en caso de sospecha, acudir a la Liga contra el Cáncer de Risaralda que dispone de 38 consultorios, un centro oncológico, una unidad dermatológica, tres salas de cirugía y cuatro salas de procedimientos, 38 camas de habitación unipersonal y siete camas de cuidados intensivos, nueve especialidades médicas básicas y cuatro paramédicas y consulta en 12 subespecialidades y oncológicas.
