La tasa de inflación del 13,3 % en Colombia es resultado de una combinación de factores, como lo son la pandemia, el cambio de gobierno, el desempleo, la situación económica global, la guerra entre Rusia y Ucrania, entre otros.
Esto ha llevado a afectar de forma negativa el bolsillo de los hogares colombianos, en especial a los que se encuentran en situaciones desfavorecidas. Esto ha llevado a la población a tener que ‘hacer magia’ con sus finanzas para poder subsistir.
(PIB del país apunta a crecer 0,7 % en 2023, según BBVA Research).
“Es claro que la inflación es el problema que más está afectando hoy en día a los colombianos y por eso están tomando medidas. Muy pocas personas están tomando una sola medida, varias de ellas están haciendo una combinación, pero lo que menos están pudiendo hacer es renegociar las deudas y conseguir nuevos ingresos”, explicó César Caballero, gerente de Cifras y Conceptos, al diario EL TIEMPO.
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la tasa de inflación con la que Colombia cerró el mes de febrero es la más alta registrada desde 1999, sin embargo, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, aseguró que este factor económico “ya tocó techo” y que comenzará a disminuir con el transcurrir del año.
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Según una encuesta de Polimétrica realizada por Cifras y Conceptos, el 64 % de los colombianos está buscando la forma de que la inflación no impacte fuertemente en sus bolsillos. Esto representa un incremento de tres puntos porcentuales con respecto al último sondeo realizado en el mes de noviembre de 2022.
(Febrero fue un mes duro en ventas y con baja confianza).
De este grupo, el 17 % aseguró que está implementando tres medidas, el 15 % a solo una y el 14 % aseguraó estar considerando tres alternativas.
En temas de coste de vida, el 60 % de las personas encuestadas aseguró que ha tenido que cambiar de supermercado por otro lugar, en pro de gastar menos dinero en la alacena de los hogares. Las poblaciones en las que más personas tuvieron estas dinámicas son, en su orden: Manizales (56 %), Bogotá (43 %) y Santa Marta (36 %).
En el apartado de la canasta familiar, el 50 % de los encuestados afirmó dejar de comprar algunos productos de este conjunto de productos básicos.
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De igual manera, el 52 % de las personas encuestadas dijo que ha preferido reducir sus salidas de casa. Este factor es predominante en Villavicencio (66 %), Medellín (47 %) y Cali (16 %).
Esto se ve apoyado por el aumento en los precios de en varios sectores del esparcimiento y turismo. Según cifras del Dane, las cuales indican que han habido aumentos en comidas rápidas (20,90 %) y comida de restaurantes (18,89 %). Así mismo, también se vieron aumentos en los precios para las idas al cine y teatro (8,08 %), los servicios en bares y discotecas (8,50 %), los paquetes turísticos (18,02 %) y el alojamiento en hoteles (17,98 %).
La compra de ropa también se ha visto afectada, pues este sector también ha tenido un incremento evidente en el precio de sus productos: la ropa para hombres tuvo un incremento del 9,45 % en su valor y la de los niños y niñas ha subido 6,51 %.
Frente a los servicios públicos, el 49 % de los colombianos que participaron en la encuesta aseguraron que han bajado el consumo de estos, pues, según el Dane, el costo de la electricidad ha aumentado 19,51 %, el de gas natural en un 22,12 %, el de agua potable un 12,94 % y el de alcantarillado un 14,09 %.
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