El Gobierno espera presentar una reforma tributaria regional en el primer semestre del 2023 para poder resolver el problema del régimen actual de los tributos de los departamentos y los municipios, que en la actualidad es muy complejo.
“Es más como una racionalización de un sistema que es casi caótico en algunos casos”, aseguró el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo.
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La idea de esta reforma fiscal será conformar un sistema tributario más eficiente que permita mejorar los ingresos y combatir la evasión y la elusión fiscal que se presenta en los departamentos.
Precisamente, este ha sido uno de los reclamos que llevan haciendo desde hace años desde los territorios. Según la Federación Nacional de Departamentos (FND), uno de los problemas es que los impuestos más importantes están ligados al ‘vicio’, lo cual genera una fuerte contradicción entre la política tributaria y la salud.
La realidad es que el mayor recaudo de los departamentos proviene del impuesto al consumo a la cerveza, que el año pasado representó más de 2 billones de pesos, un 22 por ciento más que en el 2020. A este le siguió el tributo al consumo de licores, vinos, aperitivos y similares, con 1,4 billones de pesos el año pasado, y en tercer lugar aparece el impuesto de registro, con 1,3 billones de pesos recaudados.
Érika Sabogal, secretaria de Hacienda de Cundinamarca y líder del Consejo de Estudio de Hacienda Pública, le dijo a EL TIEMPO hace unos meses que existen varias asimetrías verticales y horizontales en el sistema. Por ejemplo, resaltó que los impuestos al consumo representan más de 45 por ciento pero que la mayor parte de ellos tienen destinaciones específicas. “Eso quiere decir que sí nos dan impuestos, pero nos los dan condicionados. Nos dicen dónde los debemos gastar”, resalta.
Muchos impuestos y bajo recaudo
Otro de los problemas del sistema es que existe un alto número de tributos departamentales que se encuentran dispersos en múltiples leyes y normas, lo que hace complejo su cumplimiento. Además, están relacionados a leyes no actualizadas y con vacíos que permiten la proyección de canales de evasión y elusión.
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Adicional a ello, la mayor parte del recaudo se concentra en unos pocos departamentos. En total, en el 2021 seis de ellos recaudaron el 60,3 por ciento de los ingresos tributarios. Estos son: Antioquia, Cundinamarca, Valle del Cauca, Atlántico, Santander y Bolívar.
Al contrario, entre los que menos recaudo tributario tienen están Vaupés, Vichada y Amazonas.
Juan Carlos Vinasco, director de litigio tributario en la firma DLA Piper Martínez Beltrán, también le dijo a este medio que llama la atención el bajo nivel que representa el recaudo de los impuestos departamentales, los cuales no alcanzan en promedio el 0,8 por ciento del PIB y llegan al 3,8 por ciento del total del recaudo tributario que se efectúa en todo el país (sumando los impuestos nacionales y territoriales).
Igualmente, dijo que se evidencia la cada vez mayor dependencia que tienen los departamentos de su participación en las rentas nacionales y en las transferencias que efectúa la Nación, las cuales representan más de la mitad de sus ingresos totales y que se acentúa en los departamentos de baja población y poca actividad económica.
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NOELIA CIGÜENZA RIAÑO
EL TIEMPO
