Después de que Erick Zárate asesinara al ser que le dio la vida y quien lo amaba más que nadie, salió de su casa sin llamar la atención de los vecinos, corrió durante cuatro cuadras hasta llegar al CAI Bachué y les confesó a los uniformados de turno que asesinó a su propia madre.
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«Yo la maté, yo la maté”, les repetía a los uniformados con la voz temblorosa y sin dejar de tocarse las manos. Según manifestaron algunos allegados, el hombre de 31 años sufre de esquizofrenia.
Mientras esto ocurría, el cuerpo sin vida de Floralba Alvis Martínez permanecía tendido bocabajo en la habitación del tercer piso del inmueble en donde ella vivía, y permanecía junto a su hijo, quien se convirtió en su verdugo.
Nosotros no escuchamos ninguna pelea ni nada, como en otras ocasiones que el muchacho se volvía como loco y empezaba a gritar. Esta vez fue todo muy silencioso y nos dimos cuenta de la tragedia en el momento en que empezó a llegar la Policía”, le dijo a Q’HUBO una residente de la zona.
Erick, quien confesó el atroz asesinato, fue capturado de manera inmediata por las autoridades y permanece detenido en una URI, a la espera de que se legalice su captura por el delito de homicidio agravado.
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Tragedia familiar
Floralba vivía con su hijo en una vivienda del barrio Bachué, en Engativá. Varios vecinos habían sido testigos de la situación mental que atormentaba al hombre, pues en varias oportunidades había tenido altercados con otros moradores. No obstante, la mujer de 60 años nunca llegó a contemplar que el ser que trajo al mundo sería capaz de algo tan atroz.
Eran las 4 de la tarde del martes cuando al interior de la vivienda, ubicada en la carrera 95G con calle 86B, la víctima y su hijo sostuvieron una acalorada discusión por hechos que son desconocidos. Cuentan que la mujer le dio la espalda y siguió con sus quehaceres, pero minutos después el hombre subió al tercer piso con una herramienta de metal y le propinó un golpe contundente en la cabeza.
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Después de esto, se quedó por unos minutos observando la escena y luego salió corriendo hasta el CAI, donde reveló lo que acababa de suceder. Sin lágrimas ni muestras de dolor en sus palabras, aseguró que había matado a su mamá y condujo a los uniformados hasta la vivienda.
Uno no se explica cómo una persona es capaz de asesinar a la mujer que le dio la vida, con la que vivía y lo mantenía. Tristemente la mató de un golpe en la cabeza y él mismo les indicó a los policías en dónde estaba. Una vecina dijo que también alcanzó a llamar a la línea de emergencias, pero allí no le prestaron atención”, agregó un residente.
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Varios familiares y allegados de la víctima y el victimario llegaron hasta la vivienda, y entre lágrimas intentaron asimilar la tragedia que había ocurrido horas antes. Dicen que Erick habría asesinado a su mamá sobre las 2 de la tarde.
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