Cuando Francis Fukuyama publicó su famoso ensayo de 1989, ‘¿El fin de la historia?’, capturó el estado de ánimo en muchas capitales occidentales en ese momento. No todos estaban de acuerdo con él en que se había alcanzado “el punto final de la evolución ideológica de la humanidad”, pero pocos podían negar la resonancia de su mensaje.
Al anticipar una victoria aplastante para el liberalismo económico y político, estaba canalizando tanto el consenso emergente en la…