Solo tuvieron que pasar 57 días para que la Casa Blanca enviara a Colombia a su máximo representante internacional, el secretario de Estado, Antony Blinken, a reunirse con el presidente Gustavo Petro para escuchar de primera mano –y de paso sentar algunas posturas claves– cómo es la hoja de ruta que desde el 7 de agosto pasado planteó Bogotá para reenfocar la “fracasada” lucha contra las drogas.
La intención del Gobierno de Joe Biden es que Petro y su gabinete expliquen…