Las mujeres pereiranas representadas en la diversidad y preponderancia de su papel en cada comunidad se dieron cita en el Lucy Tejada, para formular las necesidades imperantes.
Un nodo se parece a un árbol frondoso que tiene amplias ramificaciones, pero una sola raíz para alimentar ramas de todos los tamaños y eso precisamente es el Nodo Risaralda de la Red Nacional de Mujeres que en representación de Miriam Orduz Marzal, médica y abogada especialista en Derechos Humanos, ante la formulación del Plan de Desarrollo comentó:
“Tenemos muchos colectivos, por ejemplo las mujeres recicladoras, las mujeres víctimas del Conflicto, las mujeres cafeteras que son muy importantes, porque casi el 70% de Risaralda es rural, aunque el 80% de la población viva en el área urbana y de esa población casi el 51% somos mujeres y de esta cifra, el 60% son mujeres cabeza de familia. Realmente tratamos de capacitar a toda la comunidad, porque consideramos que si los niños y jóvenes no tienen formación en Educación Ciudadana con enfoque de género, no habrá ese respeto mutuo”.
Orduz Marsal hizo hincapié en que la verdadera independencia de la mujer es la económica y por eso propenden por fortalecer a la mujer rural con su huerta casera, así mismo acompañan a las mujeres en todas las demás áreas.
Mujer y discapacidad
-¿Pereira es una ciudad amable con las personas de movilidad reducida?
“La ciudad ha mejorado mucho con respecto a hace casi 30 años cuando llegué, mucha gente se ha concientizado y ya por lo menos hay rampas, no en todo como quisiéramos y por eso estamos en el proyecto ‘Inclúyete’, al que invitamos a toda la población a que se incluya en nuestra vida y nuestros proyectos precisamente buscando accesibilidad en el comercio y las entidades públicas”, respondió Sandra Milena Díaz, secretaria de Fundiris y presidenta del Consejo Consultivo de la Mujer de Pereira.
Sobre la participación de este importante grupo poblacional en la formulación de la ciudad que se quiere para este periodo, se le consultó por el número de personas que están en este tipo de condición y afirmó que “Ni alcaldía, ni gobernación tienen esa cifra, pero hasta donde tenemos más o menos un cálculo aproximado hay más de 35 mil personas con discapacidad en todo el Departamento y más de la mitad de estas son mujeres, lo que pasa es que no están censadas, porque no buscan los barrios y veredas donde están estas personas”.
Las mujeres Afro no quieren ser vistas como víctimas, quieren que volteen la mirada y vean que también tienen derechos y que necesitan que queden inmersos en la política pública.
Mujer por la alcaldía
En este espacio de diálogo obviamente tenía que estar una representante de la Administración que recogiera todas estas voces e inquietudes. Ella es Diana Carolina Argüello, asesora de la Oficina de Género para la mujer: “Lo que queríamos hacer es poder escuchar a los colectivos, porque no podemos llevar al Plan lo que nos parece, sino la construcción de la comunidad, pero no mezclada, por eso acá lo importante es escucharlas en su representación, porque aunque hay necesidades que son parecidas, son diferentes en el cómo vamos a proyectarlas y cómo vamos a trabajar”.
La asesora Argüello manifestó que de lo que había escuchado casi todo se podía vincular al programa ‘Hecho en Pereira’, para poder fortalecer a cada colectivo con sus emprendimientos y darlos a conocer, por eso es tan importante hacer esta caracterización. “Con la gestora social nuestro fuerte va a ser la mujer rural, pues ellas tienen menos acceso a capacitaciones, educación y empoderarlas dentro del hogar”. Sobre la seguridad que es un tema de suma importancia para las mujeres manifestó: “Haremos unos recorridos para observar por ejemplo esos paraderos que están oscuros o al lado de un lote baldío, que las mujeres no se tengan que preguntar ¿por dónde me voy? porque se sienten inseguras”.
Un espacio por derecho propio
Las mujeres Afro no pudieron estar mejor representadas que con Katherin Albornoz, representante de la Asociación Nacional de Mujeres afrodescendientes Guadalupe Zapata, quien recalcó que la presencia de ellas en este espacio buscaba que en el Plan de Desarrollo se vuelva la mirada a esta población, “que sientan que somos mujeres de Pereira por ancestralidad, la merecemos, por eso la Asociación lleva el nombre de Guadalupe Zapata, cofundadora de la ciudad. Hacerle saber a la gente que la mujer negra no llegó apenas ahorita desplazada y lo que buscamos es que la mujer Afro esté en igualdad de condiciones que las otras mujeres”.
Albornoz trajo a colación los recientes feminicidios que han enlutado a su comunidad, bajo las preguntas ¿Cómo vivían esas mujeres? ¿Quiénes eran? “Nadie les ha hecho bulla, solo pasaron la noticia sensacionalista y ya, pero por ejemplo: la mujer del Plumón, según el estado de pobreza en el que vivía, la sala de su casa fue su tumba, no tuvo la seguridad de meterse a un cuarto y trancar la puerta, porque no había. La señora de Puerto Caldas, criando a nietas que se quedaron sin mamá porque fue asesinada por su papá y ahora la abuela asesinada por el abuelo, son niñas revictimizadas por feminicidio”.