Con las elecciones locales a la vuelta de la esquina y las reformas sociales en un Congreso que avanza en cámara lenta, el presidente Gustavo Petro enfrenta la más grave acusación desde que asumió el mando: a su campaña política habrían entrado dineros ilegales.
La versión, cuya fuente es ni más ni menos que su hijo mayor, Nicolás, llega en momentos en que Palacio estaba empeñado en una intensa, y millonaria, estrategia de propaganda para mostrar resultados de su primer año de…