Si hay algo que tiene a más de uno a la expectativa para este fin de año, aparte de la aprobación del proyecto de la reforma tributaria, es la discusión sobre el aumento del salario mínimo, cuyo incremento el año pasado fue de 10,07 %, y quedó en un total de $ 1’117.172.
Pese a que el aumento fue considerable con respecto a años anteriores (que no pasaban del 7 %), para muchos analistas el porcentaje que se determine en diciembre por cuenta del Gobierno y las partes involucradas (sectores gremiales) en la negociación será crucial, de cara a lo que le pueda deparar a la economía del país.
Q’HUBO habló con varios sectores y expertos, quienes manifestaron su preocupación al respecto y posibles escenarios ante esta situación.
¿Por qué importa tanto la inflación?
La inflación es un factor que se tiene en cuenta para fijar el aumento del salario mínimo, debido a que este proceso económico se genera debido al desequilibrio que se presenta entre la producción y la demanda de productos y servicios en cualquier país, y como consecuencia de esto, se provoca un aumento en los precios de la mayoría de dichos productos y servicios.
Por tal razón, agregó Olarte “lo que va a pasar es que esas mismas personas que se ven beneficiadas con el aumento del salario mínimo pierdan ese incremento debido a que los costos (de los productos en la canasta familiar) suben de la misma manera”.
¿Qué sería lo recomendable?
Para el economista Sergio Olarte, de Scotiabank, el incremento del salario buscará que las personas con menos recursos no pierdan su poder de compra. Sin embargo, “también tiene un efecto secundario, que se enmarca en que la inflación tiene un componente de indexación de precios, esto quiere decir que muchos precios de la canasta familiar se ajustan precisamente con ese aumento en el salario mínimo, haciendo que sea mucho más difícil bajar la inflación si se sube demasiado este salario propuesto en las negociaciones”.
Mipymes en vilo
Teniendo como referencia el aumento en la inflación para octubre (que fue del 12,22 % y la más alta en 22 años), varios expertos han mencionado que el incremento podría ser del 12 al 15 % (que vendrían siendo unos $ 150 mil).
Pero sea cual sea el valor, desde Acopi (Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas) manifestaron que “un aumento desmesurado pondría en grave riesgo a los micro, pequeños y medianos empresarios, generadores del 80 % del empleo en el país”.
Adicional a esto, un estudio realizado por Fedesarrollo aseguró que un aumento de 1 % del salario mínimo en términos reales produce una pérdida de 46.000 empleos al año, y muchos de estos serían justamente de las MiPymes.
¿Y las centrales obreras?
Diógenes Orjuela, uno de los voceros por parte de la CUT (Central Unitaria de Trabajadores de Colombia), le contó a Q’HUBO que “por parte de las centrales obreras aún no se maneja un valor específico, pero se tendrá en cuenta la inflación de los alimentos, que de acuerdo con el Dane está en el 27 %, sumado a los altos costos que los estratos más bajos han tenido que asumir por cuentas de los servicios públicos y los impactos por cuenta del aumento del dólar”.
La reforma laboral será clave a futuro para las Mipymes
Para concluir, Germán Rodríguez, empresario y miembro de la Junta Directiva de Acopi (regional Bogotá y Cundinamarca) mencionó al respecto que “el problema al pensar el aumento del salario mínimo es que este beneficio solo se refleja en el 21 % de la población, que es la que cuenta con un empleo formal, según cifras del Dane”.
Por lo tanto, unos de los efectos que se verían a corto y mediano plazo sería la proliferación de más negocios informales; es por eso que Acopi le ha pedido al Gobierno asignar un cobro de impuesto diferencial a las MiPymes y, de paso, a los aranceles que se les cobran por los insumos traídos del exterior, por lo cual, en parte por la subida del dólar los comerciantes deben de aumentar los valores de sus productos.
Elija a Q’HUBO Bogotá como su fuente de información preferida en Google Noticias aquí