El 4×1.000 es un impuesto que se aplica a diferentes movimientos financieros y consiste en que por cada mil pesos de una transacción (ya sea un retiro, un traslado o un pago) cuatro pesos serán destinados al pago de este tributo.
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El dinero que se recauda a través del también conocido como Gravamen de Movimientos Financieros (GMF) es recolectado por los bancos. Sin embargo, su destinatario final es el Gobierno, por lo que estos recursos pasan a formar parte de las cuentas del Estado.
Ahora bien, según lo establece la normativa, las cuentas de ahorro con una actividad mensual inferior a 350 UVT están exentas del cobro de este impuesto. En el caso de este 2024, esa cifra equivale a $16’473.000.
En caso de sobrepasar el límite establecido, el Estatuto Tributario señala que el usuario puede tener una cuenta con el beneficio de exención. Para hacerlo efectivo, el titular deberá solicitar e indicar ante la respectiva entidad financiera qué cuenta se verá beneficiada del no cobro del GMF.
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La legislación también establece una exención para las cuentas de pensión donde los jubilados reciben sus mesadas, es decir, la cuenta de nómina pensional. Es importante aclarar que esto aplica siempre y cuando el monto sea igual o inferior a 41 UVT, que este año equivale a $1’930.000.
En ambos casos, el cobro de este tributo se hace efectivo si se superan los topes ya mencionados.
Tenga en cuenta, además, que el 4×1.000 tampoco se incluye si las transferencias entre cuentas, corrientes o de ahorros, se encuentran en la misma entidad bancaria y están a nombre de un mismo y único titular.
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