La intempestiva renuncia del secretario de Educación de Villavicencio, Nilson Arana, fue la consecuencia lógica de una serie de tropiezos que se tuvieron al inicio de la temporada escolar y que pasaron factura al funcionario, debido a las críticas que recibió la administración municipal.
Según Arana, su dimisión se debe a la forma en “como funciona el sistema diseñado desde el centro del país y que desconoce las realidades de los territorios. Un diseño de funcionamiento que hace casi imposible administrar con éxito el sistema local”.
Y añadió: “sin importar que las evaluaciones técnicas califiquen bien la gestión hecha durante estos meses; son esas personas y sus hijos la razón de ser de este servicio público, y como tal, tienen derecho a que quien está a la cabeza dé un paso al lado para que se intente también cambiar las situaciones que generaron la insatisfacción de ellas”.
Sin embargo, para los críticos, la salida de Arana es clara: a la fecha, algunas Instituciones Educativas Oficiales no han recibido el Programa de Alimentación Escolar (PAE), no cuentan con la totalidad de docentes requeridos, tampoco tienen el servicio de celaduría y otros inconformismos que expusieron al alcalde, Felipe Harman, con la comunidad académica.
Pese a que el exsecretario había anunciado que el PAE ya había sido adjudicado, en la práctica, este todavía no ha empezado a funcionar. Así lo confirmó el contralor municipal, Carlos Alberto López, quien reportó el pasado lunes 6 de febrero que al menos seis instituciones no habían recibido refrigerios ni almuerzos.
Sin embargo, el exfuncionario dijo a Periódico del Meta que, aunque él tenía toda la voluntad de entregar el PAE desde el primer día de clases, factores como el proceso de matrículas y la media jornada durante esta semana, postergaron la fecha.
“Funcionarios de la alcaldía me sugirieron que no entregáramos PAE porque podría haber inconvenientes con los organismos de control ya que la jornada no era completa. La idea es que el 13 de febrero el operador empiece a entregar en todas las instituciones”, detalló.
A este retraso del PAE, se le suma la polémica que hay por la demora en la asignación de docentes en los dos colegios concesionados. Arana manifestó que dichos inconvenientes son producto de lineamientos del Ministerio de Educación.
“Para esos dos colegios se necesitan cerca de 100 docentes, pero el Ministerio me dice que solo me autorizan contratar 65 porque en los demás hay un excedente de 40 profesores que pueden ser trasladados para esas instituciones”, explicó.
Sin embargo, el exsecretario señaló que, para enero de este año, la cartera le indicó que no podía trasladar docentes sino hasta marzo ya que para esa fecha el número de matriculados podría aumentar y esos 40 profesores ya no serían excedentes.
“El problema es que no podemos esperar hasta marzo, desde la secretaría ya se están solicitando maestros para ir supliendo estas necesidades que tienen los 3.000 niños de estos dos colegios”, dijo.
Por su parte, la Asociación de Directivos Docentes de Villavicencio (ADDV) precisó en un comunicado que, además de estas falencias, el sector educativo tampoco cuenta, hasta el momento, con el servicio de vigilancia.
Así también lo confirmó Vanessa Varón, quien hace parte de Asopadres del colegio departamental de La Esperanza. “La sede principal está sin celador, esta semana nos ha tocado a los padres y docentes recibir a los niños porque no contamos con servicio de seguridad”, dijo.
¿Pero la renuncia de Arana solucionará de fondo los problemas por los que está atravesando el sector educativo?
Cabe recordar que ya son cuatro los secretarios de Educación en la administración de Felipe Harman: el primero, el rector del colegio Juan B. Caballero, Álvaro Hernández; seguido por Ivonne Ubaque y el tercero, José Abelardo Díaz, quienes han renunciado por diversos inconvenientes.
