A sus 13 años, Luz Eneida Navarro Vargas perdió su pierna izquierda. Fue el 22 de enero de 2003 por una mina antipersona, sembrada en un campo cerca de su hogar, en Urrao (Antioquia).
Iba en carro a la montaña a visitar a su abuela. Sufrió la amputación, casi a la altura de la cadera.
Ese día vio morir a su hermano, de 11 años. Tiempo atrás, el mismo conflicto armado le arrebató a su padre. Tras esa amargura se fue con su familia a vivir en el municipio Piendamó (Cauca).