En la tarde del 23 de noviembre, residentes de las parcelas cercanas al cerro El Guillo, en Tierralta, se toparon con un escalofriante descubrimiento: un cuerpo sin vida que mostraba claros signos de tortura y heridas de bala, según informaron testigos locales.
Conmocionada, la comunidad alertó a las autoridades locales, quienes llegaron al lugar para realizar la inspección, levantamiento y traslado del cuerpo a Medicina Legal. Hasta ahora, tanto los motivos del crimen como la identidad de la víctima se mantienen en la oscuridad, sumiendo a la comunidad en la incertidumbre y el miedo.
Las autoridades continúan la investigación para esclarecer este perturbador suceso en la zona rural de Tierralta.