El caso es denunciado desde el patio 18 estructura 2, mediana seguridad del Coiba de Picaleña en la capital tolimense, donde señalan que Marlon Ortiz, conocido como ‘El Cabezón’ tiene azotados junto a sus ‘secuaces’ a los demás internos de este centro penitenciario y carcelario.
Varios familiares de los internos se comunicaron con nuestra redacción, inclusive algunos privados de la libertad nos hicieron llegar su testimonio, clamando ayuda, según ellos porque ni la guardia los puede auxiliar, porque al parecer los tienen ‘comprados’ para que los dejen hacer lo que se les venga en gana.
Cuentan los reclusos que Marlon o ‘El Cabezón’ viene extorsionando desde hace varios meses a los internos en su mayoría paisas, que deben de pagarle o comprarle todo lo necesario a él, debido a que es el llamado ‘pluma’ del lugar.
Manifiestan que la situación ha ido empeorando, pues Marlon y sus ‘compinches’ se llevan a los internos hacia una celda para tenerlos secuestrados hasta que accedan a sus pretensiones; algunas de ellas es la exigencia de 8 millones de pesos que deben pagar en cuotas. De no ser así con un bate de beisbol intentan violarlos y después proceden a amenazarlos diciendo que saben donde vive la familia y que ellos podrían llevar la peor parte en un posible atentado contra sus vidas.
“Marlon o ‘El Cabezón’, otro interno conocido como ‘Macario’ y otro conocido como ‘Manrique’ me secuestraron en una celda, me desnudaron y amenazaron con un bate que me lo iban a meter en el recto sino les daba 8 millones de pesos. Me retuvieron contra mi voluntad durante tres días. En un comienzo les hice una consignación de 700 mil pesos, después otros 2 millones y me quitaron los celulares que le había comprado a ellos mismos”, dijo uno de los internos.
Y agregó, “Al fin terminé dándoles 5 millones de pesos, me hacían vestir y me bajaban a comer con cuchillo a cada lado y después volvían a subirme, encerrándome hasta que les pude cancelar todo el dinero. Para colmo de males, Marlon sabe donde vive mi hijo en Medellín y mandó a amenazarlo y robarlo”, puntualizó el privado de la libertad.
El interno manifiesta que esta situación debe ser de conocimiento público, debido a que al parecer, algunos de los guardias estarían recibiendo dividendos para que les permitan hacer sus extorsiones y secuestros en este patio.
La unidad investigativa de La Cariñosa está indagando sobre estas irregularidades que se vienen presentando. Al parecer familias de los reclusos ya han puesto en conocimiento de las directivas de la cárcel y la dirección nacional del Inpec dicha situación, pero no les han prestado la atención adecuada.