Edgar Reyes Bermúdez, afronta un juicio en su contra por intento de asesinato contra su sobrino José Mario Reyes Reyes. “Le pregunté y dijo: lástima no se murió…”, recordó un hermano de la víctima.
Rafael Rodríguez C.
“Yo no lo agredí, lo ofendí con palabras, él llegó a amenazarme con el machete, me pegó un solo machetazo…”, dijo José Mario Reyes Reyes, en el juicio oral contra su tío Edgar Reyes Bermúdez.
La declaración del joven fue hecha ante el Juez Segundo Penal del Circuito de Neiva con Funciones de Conocimiento.
Reyes Bermúdez, es procesado por el intento de asesinato de su sobrino José Mario, en la finca ubicada en la vereda Bajo Roblan en el municipio de Tello en el norte del Huila, el 4 de noviembre de 2017.
Reyes Reyes, de 26 años de edad, recordó en la audiencia de juicio oral contra su tío, que ese día en la mañana, se encontraba ayudándole a su primo en la parcela. “Yo le ayudaba al hijo de mi tío en el trabajo del campo, ese día íbamos a fumigar una lulera en El Tabor”.
Agregó que hacia las 5:30 de la mañana, salió a darle comida a los pollos, cuando llegaron las gallinas del tío. “Dije estas gallinas las voy a matar y me las voy a comer todas. Cuando de repente llegó el señor todo bravo con el machete y me agredió”.
Sostuvo que primero hubo un intercambio fuerte de palabras y segundos después el ataque con el machete. “Nos ofendimos y me pegó el machetazo en el estómago”.
Mario manifestó en la audiencia que, tras la agresión de su tío, salió corriendo hacia la casa de un vecino, quien lo auxilió y traslado a un centro asistencial. “El vecino, llamó al hijo y me llevaron a San Andrés, no había ambulancia, me amarraron un trapo y en un carro me llevaron hasta Tello y me subieron a la ambulancia para Neiva”.
Indicó que el machetazo alcanzó a afectarle órganos vitales. “Según em médico me alcanzó a perforar el hígado”.
Precisó que con el tío de un momento para otro comenzó a tener inconvenientes y tres semanas antes del ataque con el machete fue amenazado con un cuchillo. “Con él nos tratábamos bien, de un momento a otro comenzó a llevarme arriado, empezamos a tener disgustos…15 días antes tuvimos otro problema, se me vino con un cuchillo…”.
Señaló que guarda resentimientos con el familiar. “Yo no tengo rencores con él…él me daba consejos”.
“Lastima no se murió”
El ataque a machete no solo se lo confesó Edgar Reyes a las autoridades, sino a Aquilino Reyes, su sobrino y hermano de la víctima.
El joven en la audiencia de juicio oral contra su tío, sostuvo que cuando los policías que lo capturaron lo preguntaron por lo sucedido, entregó el arma blanca. “Cuando los agentes le hicieron la pregunta, él mostró el arma, un machete…”.
Indicó que cuando él le preguntó por el ataque a su hermano, el labriego no mostró el menor arrepentimiento. “Me dijo desgraciadamente que no se había muerto. Lástima no se murió”.
Sostuvo que se enteró el intento de asesinato de su hermano cuando se encontraba en la finca La Gallineta. “Me llamaron y mediaron la noticia que mi tío había macheteado a mi hermano, fui a la estación de Policía y los acompañé para capturar a mi tío, él no estaba en la finca, estaba en los terrenos de él voleando machete, lo capturaron a las 11 de la mañana”.
