Con las comunidades vecinas a su operación, Cerro Matoso desarrolló un proyecto emblemático que fortalece las capacidades de gobernanza, gestión y diálogo social en los consejos afrocolombianos, al mismo tiempo que se promueve la valoración de la memoria y los saberes ancestrales que caracterizan a estas comunidades.
El proyecto, desarrollado en colaboración con la Fundación Dimitte y la Universidad de Córdoba. Fue titulado “Memoria Biocultural, Gobernanza y Fortalecimiento del Tejido Social en Consejos Comunitarios Afrocolombianos del Área de Influencia de Cerro Matoso”.
Durante 10 meses de intensa preparación, 32 participantes de las comunidades negras, Eduardo Marcelo de Bocas de Uré (San José de Uré) y Medio Rancho (Planeta Rica) lograron certificarse con la Universidad de Córdoba, reafirmado sus conocimientos en las herramientas esenciales para fortalecer su capacidad organizativa.
Joyce Nessin, gerente de Asuntos Externos de Cerro Matoso, y quien participó de la ceremonia de certificación afirmó que el proyecto es muy valioso para a comunidad y reafirmó que desde la empresa se mantiene el plan de trabajo de fortalecer sus conocimientos y empoderar a la comunidad en su cultura y conocimiento ancestral.
“Es importante que como organización aprovechen esta oportunidad para generar alianzas y transmitan lo aprendido de generación en generación”, agregó.
Marisol Oviedo, directora de la Fundación Dimite, resaltó la importancia del proyecto en el marco de las acciones de responsabilidad social de Cerro Matoso, que reconoce el derecho otorgado por la ley 70 a las comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras para fortalecer su identidad.
El proyecto se centró en dos áreas principales: fortalecimiento de capacidades en gobernanza y evaluación de la capacidad organizativa, resaltando la importancia de la planificación en la formulación de proyectos que se ajusten a las prioridades de cada comunidad.
Este proyecto ha generado diálogos cruciales que han facilitado la convivencia y la formación de vínculos colectivos, los cuales se basaron en la valoración de valores ancestrales, recursos naturales, prácticas de convivencia e intereses comunes en el desarrollo local. El arte y la representación de sus relaciones con el entorno, especialmente con el agua como recurso vital, han sido los medios a través de los cuales se ha logrado este reconocimiento.
Ana Catering Pacheco Pérez, de la comunidad de Medio Rancho, mencionó “el proyecto nos ayudó a enfocarnos, hizo que la comunidad se uniera para la recuperación de la zona”.
Por su parte, Lady Pereira, de comunidad Bocas de Uré, recalcó “estoy agradecida porque el proyecto nos enseñó y orientó para usar nuestros recursos y así, producir manualidades que no hacíamos, nos graduamos de este fortalecimiento que nos ofreció la Fundación y Cerro Matoso”.
