El panorama para la educación de niños venezolanos en Villavicencio, no es claro. Llegan al país buscando oportunidades, pero reclaman por trámites a veces difíciles de cumplir.
Por Luissa Fernanda Pérez
Los migrantes venezolanos llegan a los Llanos Orientales con las familias completas, buscando que las tradiciones o costumbras culturales sean similares a los del otro lado de la frontera y cambiar el futuro para sus niños.
Según reclamaron varios padres de familia provenientes del vecino país, el acceso a educarse es uno de los derechos primordiales y por eso exigen que no se pongan trabas para hacerlo: “desde septiembre estoy intentando buscar cupo para mis tres hijos, el rector me manda ir cada quince días y así me tienen, con excusas esperando un cupo, ya vamos para febrero y no he podido matricularlos”, expresó uno de los padres de familia que aún espera un cupo para que sus hijos estudien.
Según Alexandra de Rivas, vicepresidente y directora de la ONG Llanovencol, ya son varios padres que se suman a la lista de reclamos por los colegios que niegan cupos a los estudiantes desde la portería de la institución educativa.
El secretario de Educación del municipio, Nilson Arana, expresó que “estamos recogiendo información por la ciudad, buscando puntos críticos, tenemos abierto un formulario de página web para atender caso por caso”.
Agregó que no considera que la falta de cupos se atribuya a temas de xenofobia: “no creo que se esté presentando este fenómeno en los colegios, entendemos que ellos llegan aquí con una condición especial y no llegan con los papeles que aquí se exigen a los colombianos”.
Dentro de los requisitos básicos que se piden para ingreso escolar están los documentos de identificación, certificado de estudios dónde conste que el menor aprobó el año anterior y busca cupo en el colegio más cercano.
Ante eso, Alexandra Rivas aseguró que estos documentos no deberían ser requisitos obligatorios para los migrantes, ya que estas personas llegan a Colombia con lo poco que pudieron sacar de sus hogares y papeles de estudio es lo último en lo que piensan.
“Puede que el niño llegue sin las notas o sin certificados de las instituciones venezolanas, pero no es porque quieran, uno no puede categorizar así a la gente, que es lo que hacen algunos rectores. En Colombia se tiene que tener aterrizada la realidad de los refugiados, de personas que caminan cientos de kilómetros y no precisamente por pasear”, sostuvo la representante de la comunidad venezolana en Villavicencio.
La circular conjunta No. 16 del 2018 del instructivo de atención de niños procedentes de Venezuela en establecimientos educativos establece que: “Migración Colombia se abstiene de iniciar cualquier actuación administrativa en contra de los colegios cuando el niño, niña o adolescente no cuenta con dicho permiso, razón por la cual los establecimientos de educación preescolar, básica y media no pueden negar su matrícula por esa condición”.
El decreto 1288 del 2018 del Ministerio de Educación, incluyente para los niños venezolanos, manifiesta que, de no ser presentado el certificado de estudios, el Colegio deberá hacer una evaluación de diagnóstico para determinar qué grado de escolaridad debe cursar el menor.
Por el momento, son más de 1.000 niños venezolanos en Villavicencio, de ellos aún no se sabe cuántos se encuentran sin ingresar por estos días a clases en las instituciones.
El secretario de Educación municipal le dijo a Periódico del Meta que en los próximos días podría haber una reunión con los rectores de las instituciones para determinar cómo se puede proceder con los menores migrantes venezolanos.
La rectora de un colegio de la Comuna 4, señalada de ser una de las que negó cupo a migrantes, manifestó siguen los requisitos de la secretaría de Educación; no se están negando los cupos a los venezolanos en su institución educativa y solo se piden los requisitos básicos de identificación del menor y certificados de estudios y Sisbén, para llevar el control académico a los menores que ingresan.
