La persistencia que ha mostrado el Gobierno Nacional para avanzar en un plan de erradicación de los cultivos ilícitos mediante la aspersión de glifosato, mantiene un descontento generalizado en la región del Catatumbo en Norte de Santander al ser la primera zona en donde se comenzaría con este proceso.
Esta situación ha sido analizada por los delegados del Ministerio Público en esta zona convulsionada por la violencia, indicando que de continuar con esta pretensión podría darse un mayor índice de recesión en los campesinos que se dedican a esta labor.
Robeiro Muñoz quien es el personero de el municipio de Hacarí, le dijo a Caracol Radio que se debe avanzar en un consenso que permita evitar un enfrentamiento con las comunidades y que se deben cumplir los compromisos que habían sido establecidos anteriormente por parte del Gobierno Nacional.
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“Estamos muy preocupados porque esto ya está anunciado y una realidad de nuestros municipio es la existencia lamentablemente de los cultivos de uso ilícito, estas decisiones del gobierno nacional afectan directamente a los campesinos de la región y especialmente al municipio de Hacarí, los campesinos han generado una dependencia de ellos desde el punto de vista económico, no han encontrado una salida alternativa debido también que uno entiende los bajos precios de los demás productos, se debe implementar una política de mayor beneficio para esos campesinos que quieran sustituir esta siembra de los cultivos de coca pero por alternativas productivos, si los campesinos tienen precios estables en un corte de aguacate, de café, de cacao y dentro de esta cadena productiva se les garantice la movilidad”, dijo el personero.
Afirmó que muchos de los campesinos no cuentan con otra forma de subsistencia debido a las pésimas condiciones de los terrenos y carreteras que impiden que ellos se dediquen a los cultivos lícitos.
