Con el propósito de buscar soluciones a los diversos problemas que los aquejan y luchar por una mejor calidad de vida, los habitantes del barrio Cristo Vive de Maicao decidieron organizarse y conformar una Junta de Acción Comunal, que les permita acercarse a las autoridades para que los ayuden a desarrollarse.
En ese sentido, realizaron una nueva asamblea, acompañado con un sancocho comunitario con el aporte de todos los moradores, actividad que les permitió compartir como una gran familia, mientras definían las gestiones a emprender para lograr el paso definitivo de obtener la personalidad jurídica, que está muy cerca.
Keidis Barrios Arrieta, presidenta electa de la Junta de Acción Comunal de la localidad, explicó que decidieron legalizarse para poder reclamar sus derechos, por ello convocaron a asambleas y tomaron la iniciativa de efectuar el sancocho comunitario a fin de incentivar a la gente, con la intención de trabajar sin discordia, que se conozcan y se integren.
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Señaló que desde la fundación del barrio vienen padeciendo dificultades como inundaciones, incomunicación producto de las lluvias, inseguridad, falta de iluminación, acumulación de basura, presencia de mosquitos y otros insectos, lo que es realmente inhumano y deprimente.
Barrios comentó que según un censo anterior existen 245 viviendas en el lugar, sin embargo, la nueva junta va a censar nuevamente para determinar cuántas casas hay en total, cuántas personas viven en cada casa, ya que en una sola conviven tres o cuatro familias, cuántos venezolanos hay, cuántos colombianos, porque su intención es trabajar para todos los moradores.
Yainis Barcasnegra Garizabal, miembro de la comunidad, manifestó que dan gracias a Dios porque tienen una vivienda, pero están sufriendo circunstancias difíciles, como es la luz eléctrica, que se va constantemente y se caen las guayas, lo que representa un peligro. Igualmente, como el terreno es barroso cuando llueve han ocurrido varios accidentes, porque no hay entrada ni salida, la gente se cae y hunde en el fango.
«Gracias a Dios se formó la junta de acción comunal para poder establecer las necesidades ante los entes comunitarios respectivos para para poder plantear nuestras necesidades«, acotó, detallando que tiene unos 6 o 7 años que el barrio fue fundado por una familia que se arriesgó y después se fue poblando rápidamente.
En esta oportunidad los moradores también recibieron una charla sobre la organización comunal, que estuvo a cargo de Carlos Pastrana Castaño, formador comunal, quien orientó a los asistentes acerca de sus derechos y deberes como afiliados y a los dignatarios electos de la nueva junta les precisó cuáles son sus funciones. «Estamos en ese proceso en aras de que las comunidades sepan y conozcan lo que tiene que ver el desarrollo social. Esperamos que sigan adelante«, comentó.
Refirió que la Oficina de Planeación Municipal ya aceptó expedirles la certificación territorial de territorio urbano y solo resta que la Dirección Operativa Departamental de Acciones Comunales les otorgue la personalidad jurídica.