La mañana de ayer para los comerciantes y habitantes del barrio Galerías comenzó con una triste imagen: ‘El Títere’, como le decían a un reconocido habitante del barrio, amaneció agonizando en la esquina donde durmió durante más de 20 años.
Sosteniendo su estómago ‘El Títere’, con sus ojos azul grisáceos y su cabello negro, se retorcía de dolor en el piso de la Calle 53B con Carrera 25. Los comerciantes de la cuadra no dudaron en ayudarlo y acompañarlo en sus últimos instantes de vida.
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Según cuentan los vecinos, este hombre (de unos 38 años) llegó a la zona desde los 18 y se dedicaba al rebusque y a deambular por la zona. Desde entonces ayudaba a los comerciantes en tareas varias y poco a poco se ganó el cariño de los moradores de Galerías.
Él siempre había vivido frente a la Parroquia del Buen Salvador, debajo de un árbol. Yo llevó unos 20 años atendiendo esta tienda y él ya rondaba por aquí. La verdad es que los últimos días estuvo enfermito y todo le hemos estado brindando ayuda y comida”, le comentó a Q’HUBO una comerciante que, desde ya, extraña la particular presencia del hombre.
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“Él era todo un personaje en la cuadra. Lo bautizamos ‘El Títere’ porque un día lo atropelló un TransMilenio y apenas quedó cojo. Cuando lo veíamos daba la impresión de que era manejado como una marioneta. Aún así, siempre nos ayudó con la seguridad en la zona”, añadió la comerciante de una confitería.
Triste final
La noche del martes, el muchacho llegó a una tienda, frente a donde dormía, quejándose de un terrible dolor. En ese momento, otros comerciantes de la cuadra intentaron ayudarlo. Un hombre que vende golosinas y otros menesteres en la esquina nos comentó que “llamé unas 30 veces a la línea 123 a reportar que el hombre estaba muy mal, pero por más que insistí en que vinieran, nunca llegaron. Él siempre fue un gran ser humano, que había pasado muchas situaciones duras, así que no tuvimos de otra que arroparlo y esperar a que mejorara”.
El vendedor de mecato, quien desde hace 11 años trabaja en la zona, se le acercó en la mañana de ayer y le preguntó: “¿qué quiere mijito, le traigo algo?», como le decía de costumbre, y él respondió: «nada manito, quiero estar quieto y tranquilo”. El comerciante de barbas blancas sólo le dedicó una oración para bendecir su alma, pues lo veía bastante mal.
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Dicen que se le reventó la úlcera, el caso es que él estaba vomitando, hasta sangre. A él lo había atropellado un TransMilenio, una moto y nunca le pasó nada, fue una terrible úlcera que se lo llevó”, comentó otra vendedora de la cuadra.
Al verlo así, los comerciantes lograron que llegara una ambulancia a revisarlo y sus últimas palabras fueron: “Mi nombre es Wílmer Alexánder”. En ese instante cerró sus ojos y exhaló su alma, tras 20 años de ser conocido por el barrio como ‘El Títere’, en donde lo adoptaron como un hijo de la calle debido a su gran carisma.
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