Lo que debía ser una aventura inolvidable para recibir el Año Nuevo en el Nevado del Tolima se convirtió en una tragedia que ha conmocionado a todo el país. Kevin Hernando Bocanegra, un joven de 25 años apasionado por el montañismo, falleció el pasado 31 de diciembre en medio de una excursión que terminó revelando graves negligencias.
La travesía, organizada por la agencia Transpáramo Viva Vivir Vivo y liderada por el guía Óscar Apolinar, primo de Kevin, ha sido señalada como irregular por no cumplir con los estándares exigidos por Parques Nacionales Naturales de Colombia. La falta de preparación, protocolos de seguridad y atención médica adecuada resultaron fatales.
Un malestar ignorado y decisiones cuestionables
Según Jois Ramírez, novia de Kevin y quien lo acompañaba en la expedición junto a su madre, Julieth Ordóñez, el joven comenzó a presentar síntomas de malestar desde el 29 de diciembre, pero estos fueron minimizados por el guía, quien lo calificó como “normal en la altura”. Kevin solicitó activar el seguro médico que incluía el paquete turístico, pero la solicitud fue ignorada.
El 31 de diciembre, Kevin presentó dificultad para respirar, fiebre y secreción nasal amarilla, síntomas que evidenciaban una grave condición de salud. Sin embargo, la expedición continuó hacia la cumbre del Nevado del Tolima, agravando la situación del joven.
“Óscar nos aseguró que era un guía certificado con experiencia y cursos de primeros auxilios. Confiamos en él porque era primo de Kevin, pero nunca verificamos su acreditación ni la de su agencia”, explicó Jois en el videopódcast Más allá del Silencio.
Fallas en los protocolos y el desenlace fatal
El grupo, compuesto por 12 personas, carecía de equipo básico de seguridad como radios de comunicación y suministros médicos. Tampoco contaban con guías certificados por Parques Nacionales, un requisito fundamental para el ascenso a la cumbre.
La tragedia alcanzó su clímax cuando, tras varios intentos de trasladar a Kevin, falleció en brazos de Jois durante la caminata de regreso. “Lo vi en la carpa, pálido, con los labios morados. No podía más. Pedimos caballos, pero el guía dijo que no era posible acceder a ellos en esa zona”, narró entre lágrimas.
Investigaciones en curso y llamados a la regulación
Simón Moreno, jefe del Parque Nacional Natural Los Nevados, confirmó que ni la agencia ni el guía estaban autorizados. “El ascenso a la cumbre requiere guías registrados y certificados, capacitados para actuar ante emergencias en alta montaña. Esta muerte pudo haberse evitado si se hubieran respetado los protocolos”, afirmó.
Actualmente, Parques Nacionales adelanta una investigación administrativa, aunque Moreno destacó que la entidad no tiene competencias penales. La familia de Kevin evalúa acciones legales contra el guía y el parque, buscando justicia por su pérdida.
Un llamado a la seguridad en el turismo de montaña
La muerte de Kevin ha expuesto serias falencias en la regulación de actividades turísticas en zonas protegidas. Para Jois, quien esperaba una propuesta de matrimonio durante la travesía, este episodio se convirtió en una pesadilla que jamás olvidará.
“Su muerte no fue un accidente. Fue el resultado de negligencia e irresponsabilidad. Espero que esta tragedia sirva para prevenir que algo así vuelva a suceder”, concluyó Jois.