Cárceles, guitarras, volcanes, detenidos o copihues son algunos de los elementos de esta gran pintura que Laferte (1983) ideó junto al reconocido muralista chileno Mono González (1947).
“En un lugar que fue tan siniestro y que fue el campo de concentración más importante de la dictadura, ahora hay vida y colores”, dijo González.
Para el muralista, la pintura que se ubica en una de las entradas principales del estadio, reivindica “la cultura de la vida” y “congenia”…